Dos semanas después del naufragio de un transbordador frente a la costa meridional de Corea del Sur, buzos han recuperado 212 cadáveres, pero batallaban hoy contra poderosas corrientes y restos flotantes dentro de la nave en su intento para encontrar a 90 desaparecidos.
Por su parte, las familias de los estudiantes de secundaria que perecieron en el desastre consideraron hipócrita la disculpa que ofreció la presidenta Park Geun-Hye por la manera como obró el gobierno en torno a la tragedia.
En el transbordador viajaban 476 personas, la mayoría de ellas estudiantes de una sola secundaria. Sólo 174 personas sobrevivieron, entre estas 22 de los 29 integrantes de la tripulación.
El transbordador hundido yace en el lecho oceánico y después de una búsqueda lenta debido al mal clima los buzos recuperaron el martes más de una decena de cadáveres, lo que desbordó nuevamente las emociones entre las familias que aguardan el regreso de sus seres queridos.
Park se disculpó el martes por la ineptitud que mostró el gobierno en su respuesta inicial frente al naufragio. La presidenta ofreció su disculpa en medio de un incremento de la indignación ante las afirmaciones de los parientes de las víctimas de que el gobierno no hizo lo suficiente para rescatarlas o protegerlas durante el naufragio.
A primeras horas del martes, la presidenta visitó un altar instalado en la ciudad de Ansan, donde se ubica la secundaria en la que estudiaban los alumnos que murieron en el naufragio.
Algunos miembros de familias furiosas por lo ocurrido gritaron a Park, le exigieron una disculpa y retiraron las flores de condolencia que envió la presidenta y otros altos funcionarios, según la prensa surcoreana.
«Lo que hizo Park en el altar levantado en memoria de las víctimas fue venir y hacer propaganda rodeada de escoltas», dijo el martes Yu Gyeong-geun, padre de uno de los estudiantes.
Se encuentran formalmente arrestados todos los 15 miembros de la tripulación relacionados con la navegación del transbordador Sewol.
Los siete integrantes sobrevivientes de la tripulación que no fueron arrestados ni detenidos eran cocineros o auxiliares, según los fiscales.