“La honestidad es incompatible con amasar una fortuna” Mahatma Gandhi

Este término se viene utilizando desde hace algunos años, refiriéndose al gremio de abogados, leyendo la columna de Manolo Vega, en elPeriódico del domingo, por el respeto que me merecen muchos que no lo son, he decidido referirme al tema, como un complemento al artículo en marras.

Él menciona en parte del documento que “Las elites económicas y los políticos siguen estando de acuerdo con convivir con estructuras mafiosas, Guatemala continuará siendo un país capturado por las mafias.” Quiero aclararle, que esas elites, precisamente, y principalmente la económica, con sus diversas ramificaciones crearon a los abogansters, a esas elites es a las que sirven, y siguiendo una teoría económica, la de la oferta y la demanda, si no existe la demanda de nada sirve la oferta, por lo tanto, y de acuerdo a la premisa anterior, los llamados abogansters no existieran, porque no tendrían quien requiriera sus servicios, creo que es sano  documentarse al respecto, ya que el Derecho tiene divisiones, que derivan en  especialidades, al analizar el documento, pareciera referirse a los penalistas, de los que unos pocos serán los que utilizan los medios antiéticos que menciona, la mayoría de penalistas no responden al retrato que realiza de ellos, y si ganan casos, se debe a que desde la cadena de custodia en la escena del crimen, los funcionarios del MP, permiten su contaminación, porque llegan 5 horas más tarde de que el hecho haya ocurrido.

Yo entiendo la decepción no solamente de quien escribió el artículo, comprendo  a la población en general, en su frustración, pero no estoy de acuerdo con lo siguiente: 1) La generalización, 2) Culpar a un grupo de los males creados por otros, y 3) Omitir nombres.

No todos los que por nuestra profesión, vamos a los Tribunales y a las Cortes, aunque nos toque presentarnos bien planchados, e invariablemente con un maletín,  estamos podridos, le aseguro que son los menos.

Si los abogadillos que describe, son operadores de la impunidad y tienen doctorados en deshonestidad, es simple y sencillamente porque las elites antes mencionadas, a las que se ha sumado el crimen organizado, han corrompido parte del Sistema de Justicia, incluyendo a algunos abogados, pero créame, cada juez o magistrado así como cada abogado que se ha prestado a podrir el sistema, es responsable de sus actos, porque ya son mayorcitos para entender que el dinero fácil, si es honesto, solamente se obtiene por medio de la lotería.

Menciona como han escalado posiciones estos personajes, sería un buen precedente que los nombrara, entre líneas se lee que conoce de casos específicos, pues lo mejor es desenmascararlos, pero ejemplificar de esa forma, resulta invariablemente muy ambiguo.

 Me parece que la podredumbre está avanzando cada vez más, y otras profesiones también se encuentran con elementos poco recomendables, claro que no por eso se van a incluir todos, pero si es bueno preguntarse ¿A qué se debe este fenómeno? La respuesta la tenemos en nuestras narices, los grupúsculos que se han ido formando y creciendo, han utilizado a profesiones de las áreas que les interesan, así como a los profesionales, para lograr sus objetivos más perversos.

Recuerdo que hasta hace poco tiempo solamente la Usac, y dos universidades privadas contaban con la carrera de Auditoría, hoy hay siete, ¿Por qué? Sencillo se dieron cuenta el poder de la CGC, y viene el asalto, por medio de universidades de cartón, financiadas por los mismos grupúsculos.

Creo que se debe atacar la raíz del problema, y la raíz se encuentra en la demanda de mafiosos, de las que se sirven quienes compran voluntades, porque tienen los medios para hacerlo, si no hay quien compre, no habrá quien venda, aunque sean aguacates.