El número de muertos a causa de las lluvias torrenciales del monzón en India, Bangladesh y Nepal desde junio superó las 2.000 personas el jueves, a pesar de que el nivel de las aguas continuaba bajando, y los daños fueron estimados en cientos de millones de dólares.
El departamento de gestión de catástrofes del ministerio del Interior de India señaló 1.521 muertos hasta el miércoles por la tarde.
«El último balance es de 1.521» muertos, anunció el portavoz del ministerio del Interior en Nueva Delhi.
En Bihar, el estado más afectado, donde aproximadamente 1,1 millones de hectáreas de labrantíos fueron inundadas, «la situación está mejorando gradualmente», agregó la misma fuente.
Los estados de Uttar Pradesh (norte), Assam (nordeste), y Orissa (este) también están cubiertos por las aguas, y registran unos 6,5 millones de damnificados.
«Las entregas de víveres por puente aéreo continúan. Se han desplegado equipos médicos. El gobierno creó 820 campos de socorro para recibir a 549.052 personas», aseguró un vocero del ministerio.
Sin embargo, supervivientes de Bihar dijeron que carecen de alimentos, agua potable y medicamentos, y se quejaron de no haber visto ningún helicóptero ni barco de salvamento.
Algunos damnificados se peleaban por apoderarse de los paquetes lanzados por los socorristas. Aparentemente, los barqueros sólo ayudan a quienes pueden pagarles 40 rupias (un dólar) por pasajero, dijeron testigos.
En Bangladesh, el balance subió a 346 decesos después de que se señalasen al menos 18 muertos más, indicó Shafiqul Islam, el portavoz del ministerio de gestión de Alimentos y Desastres.
Nepal registró 95 muertos desde que comenzó el monzón, en junio, y 330.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares.
En Patna, la capital de Bihar, las autoridades dijeron el jueves que 28 personas más habían muerto, mientras que el vecino estado de Uttar Pradesh señalaba cuatro muertos más durante la noche del miércoles.
Las cifras del ministerio del Interior de India no incluyen a numerosas personas desaparecidas en los accidentes sufridos por embarcaciones durante las inundaciones.
El ministerio del Interior indicó que 6.496 aldeas estaban cubiertas por las aguas en Bihar, lo que afectaba a una población de 13,8 millones de personas, aunque ya hace varios días que no llueve.
En Uttar Pradesh, 2.412 aldeas siguen cubiertas por las aguas. Se han organizado 233 campamentos para refugiados, que alojan a unas 167.000 personas.
Las Naciones Unidas, así como organizaciones no gubernamentales (ONG) y caritativas, apoyan los esfuerzos gubernamentales para proporcionar ayuda a los damnificados en los cuales participan las fuerzas militares y aviones.
Ante la magnitud de la catástrofe, la ONU, la Cruz Roja y las ONG estimaron en varios millones de dólares el monto de la ayuda indispensable para unos 28 millones de desplazados en India, Bangladesh y Nepal, donde millones de personas sufren de hambre y sed.
Por otra parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y las ONG temen que se registren epidemias.
Aunque las lluvias cesaron desde hace tres días, los países del sur del continente asiático comenzaron este jueves a hacer cuentas.
Las cosechas de té, arroz y trigo en el nordeste de India están amenazadas, en un país donde las dos terceras partes de la población vive de la agricultura. En la región, la destrucción de granjas, casas e infraestructuras fue estimada en 100 millones de dólares de pérdidas. Desde el 1 de junio, la factura, en el caso de India, es de unos 320 millones de dólares.