Rusia acusa a Occidente de conspirar en Ucrania


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Mientras líderes ucranianos hablan de una inminente invasión rusa y Occidente amenazó a Moscú con más sanciones, el Kremlin dijo ayer que los separatistas pro-rusos no depondrán armas en el oriente de Ucrania hasta que activistas abandonen el control de sitios claves en Kiev.

Por NATALIYA VASILYEVA y MARIA DANILOVA DONETSK / Agencia AP

La dura retórica se produjo mientras las tensiones aumentaron en el terreno, con reportes de aviones de combate rusos cruzando hacia el espacio aéreo ucraniano y un equipo de observadores militares extranjeros desarmados detenido por fuerzas pro rusas en Slovyansk, el corazón del movimiento separatista en el este.

Desmoronado el acuerdo de la semana pasada en Ginebra, en el que  se exhortó a todos los grupos armados ilegales a que depongan las armas y entreguen las ciudades e instalaciones ocupadas, ambas partes intercambiaron amenazas ayer.

Tras acusar a Occidente de planear controlar Ucrania, el canciller ruso Serguei Lavrov declaró que los rebeldes pro-rusos en el oriente ucraniano solamente depondrán sus armas y dejarán el territorio que han ocupado si el gobierno ucraniano desaloja un campamento de protesta en la plaza central de Kiev y a activistas de instalaciones ocupadas.

«Occidente quiere —y así comenzó todo— tomar control de Ucrania a causa de sus propias ambiciones políticas, no los intereses del pueblo ucraniano», expresó Lavrov.

Los rebeldes rusos se desarmarán «solamente si las autoridades de Kiev implementan los acuerdos de Ginebra, desalojan esa vergonzosa (plaza de) Maidan y liberan los edificios que han sido ocupados ilegalmente», indicó el Ministro ruso.

La reacción de Ucrania fue inmediata.

«El mundo no se ha olvidado aún de la II Guerra Mundial, pero Rusia ya está deseosa de iniciar la tercera», agregó el primer ministro interino de Ucrania, Arseniy Yatsenyuk, en una reunión de su gabinete.

En la ONU, el vicecanciller ucraniano Danylo Lubkivsky afirmó que temía una invasión inminente rusa.

«Tenemos información de que estamos en peligro», les dijo Lubkivsky a reporteros, y agregó que las maniobras militares rusas con aviones y tropas terrestres junto a la frontera ucraniana «son un acontecimiento muy peligroso».

«Vamos a proteger la patria ante cualquier invasión», agregó Lubkivsky. «Llamamos a los rusos a poner fin a esta locura».

En tanto, funcionarios estadounidenses informaron que aviones de combate rusos volaron al espacio aéreo ucraniano varias veces en las últimas 24 horas, en lo que describieron como una provocación.

No estaba claro cuál era el objetivo, pero los aviones pudieron haber estado probando los radares ucranianos o realizando una muestra de fuerza, dijeron los funcionarios, que hablaron a condición del anonimato porque no estaban autorizados a hablar públicamente sobre el asunto.

En otros acontecimientos de la jornada, un grupo de observadores militares extranjeros que viajaban bajo los auspicios de la organización de Seguridad y Cooperación en Europa fueron detenidos por separatistas pro rusos en Slovyansk.

El equipo fue acusado de poseer «materiales sospechosos», dijo Stella Khorosheva, portavoz del auto proclamado alcalde separatista de la ciudad. Dijo que los miembros del equipo estaban ilesos y serían dejados en libertad tras más investigaciones.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania dijo que había perdido contacto con el grupo, que dijo está formado por 13 personas —cinco ucranianos, tres soldados alemanes, un traductor alemán y un soldado checo, uno polaco, uno sueco y uno danés.

También ayer, el presidente estadounidense Barack Obama habló con líderes europeos para discutir la posible aplicación de ulteriores sanciones y evaluar lo sucedido tras el acuerdo alcanzado la semana pasada en Ginebra.

Rusia y Ucrania alcanzaron un acuerdo en Ginebra en el que llamaron a todas las partes a desocupar los edificios públicos tomados y entregar las armas. Milicias pro-rusas han ocupado edificios gubernamentales en más de 10 ciudades del este de Ucrania mientras que el grupo nacionalista Sector derecho aún controla dos edificios públicos en Kiev.

La economía rusa ha comenzado a sufrir por su intervención en Ucrania.

La agencia calificadora de riesgos Standard & Poor degradó ayer la calificación crediticia de Rusia por primera vez en más de cinco años debido principalmente a preocupaciones por la salida de capitales y el riesgo de invertir en ese país a causa de la crisis en Ucrania.

El ministro de Desarrollo Económico de Rusia, Alexei Ulyukayev, intentó minimizar la rebaja de la calificación crediticia y afirmó que «se debía en parte a motivos políticos».

En el sureste de Ucrania, siete personas resultaron heridas ayer debido a un estallido en un retén que instalaron autoridades locales y activistas afuera del puerto de Odesa, en el Mar Negro.

Discutirán sanciones

Los embajadores de los 28 países miembros de la Unión Europea (UE) se reunirán el lunes en Bruselas para discutir las sanciones adicionales que impondrán a Rusia por su apoyo a separatistas pro-rusos en el este de Ucrania, informaron hoy a dpa medios diplomáticos en la capital belga.

Según las fuentes, las sanciones consistirán en vetar la entrada en la UE a más funcionarios rusos y el bloqueo de sus cuentas bancarias en territorio comunitario.

La UE justifica la imposición de nuevas sanciones en el hecho de que Rusia no haya emprendido acciones concretas para aplicar el acuerdo de Ginebra sobre un plan de paz para Ucrania. En vez de ello, Moscú ha permitido una escalada de las tensiones «con una retórica cada vez más preocupante y con constantes maniobras militares amenazantes».

Desde la Casa Blanca en Washington se informó que Estados Unidos podría aplicar nuevas sanciones ya este lunes.