Líderes cubano-estadounidenses ayudaron a ZunZuneo


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Los líderes de la mayor organización sin fines de lucro de jóvenes cubanoestadounidenses dieron un silencioso apoyo estratégico al llamado «Twitter cubano», un programa secreto del gobierno federal, estableciendo contactos entre contratistas y potenciales inversores e incluso fungiendo como consultores pagados, según comprobó The Associated Press.

Por C. ARMARIO y L. WIDES MUÑOZ MIAMI / Agencia AP

Entrevistas y documentos obtenidos por la AP indican que los organizadores del «Twitter cubano» se acercaron a principios de 2011 a los líderes de la organización Roots of Hope (Raíces de Esperanza) para buscar formas de poner en manos privadas el microblog ZunZuneo.

Pocos inversionistas se mostraron dispuestos a financiar ZunZuneo en forma privada, así que los miembros de Raíces de Esperanza abandonaron la idea, pero por lo menos dos personas en su consejo directivo pasaron a trabajar como consultores, incluso mientras trabajaban en una organización que se negaba explícitamente a aceptar fondos del gobierno de Estados Unidos y se distanciaba de los grupos que lo hacían.

La revelación podría tener amplias repercusiones para Raíces de Esperanza, que se ha vuelto una de las organizaciones cubanoestadounidenses más visibles e influyentes.

Raíces de Esperanza ha desempeñado un papel clave en eventos como el concierto por la paz en 2009 del astro latino del pop Juanes, que atrajo a más de un millón de personas en La Habana, y en la promoción de la tecnología en la isla.

Sus líderes acompañaron recientemente a la bloguera cubana y crítica del gobierno de Raúl Castro Yoani Sánchez a Washington, donde se reunió con el vicepresidente Joe Biden.

Chris Sabatini, director sénior de política en la organización empresarial estadounidense Americas Society/Council of the Americas, dijo que no le sorprende que los contratistas de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por su acrónimo en inglés) se hayan acercado a los líderes de Raíces de Esperanza sobre el proyecto ZunZuneo, dadas las grandes sumas de dinero que la USAID tiene disponible y el número limitado de grupos innovadores y expertos en tecnología que trabajan en temas sobre Cuba.

«Creo que se corrió el riesgo de contaminar al grupo, un grupo que creo que ha hecho un trabajo increíble, que ha cambiado la discusión y que movilizó a una nueva generación hacia un temario mucho más pragmático», dijo Sabatini.

La revelación llega en un momento delicado: la organización no lucrativa está tratando de ayudar a Sánchez a desarrollar un nuevo proyecto de medios independientes en Cuba.

Los vínculos con el programa de la USAID podrían complicar ese proyecto, ya que el gobierno cubano considera que los manejos detrás de ZunZuneo son un nuevo intento de Estados Unidos para socavar su sistema comunista. La propia Sánchez se ha negado terminantemente a aceptar algún financiamiento del gobierno.

Matt Herrick, vocero de USAID, se abstuvo de dar nombres de personas empleadas por su contratista, pero dijo que Raíces de Esperanza no aportó dinero ni firmó contratos relacionados con ZunZuneo ni con ningún otro proyecto. Documentos obtenidos por la AP, no obstante, reflejan una intensa participación de miembros de su junta directiva en determinados momentos.

Cuando se le preguntó si contratistas de la agencia habían hecho propuestas a los líderes de Raíces de Esperanza, Herrick se limitó a decir que «el proyecto buscó atraer inversiones privadas para financiar la iniciativa luego de que USAID dejó de aportar fondos, pero nunca se identificó la inversión privada». El proyecto ZunZuneo dejó de funcionar en septiembre del 2012.

Una investigación de la AP publicada el 3 de abril reveló que el gobierno estadounidense había hecho lo posible por ocultar su papel en ZunZuneo. El programa, operado por la empresa Creative Associates Internacional, usó transacciones bancarias y redes de computadores del extranjero. Los documentos obtenidos señalan que los creadores de ZunZuneo procuraban promover cambios democráticos en Cuba y emitieron mensajes con claras connotaciones políticas, críticos del gobierno de Castro, por más que el gobierno de Obama diga que el objetivo de la iniciativa era más bien neutral.

Después de la investigación de la AP, un panel del Senado pidió a USAID que entregue todos los archivos relacionados con ZunZuneo como parte de una revisión más amplia de los proyectos de la agencia dirigidos a la sociedad civil en todo el mundo. En vistas legislativas llevadas a cabo este mes, se debatió si USAID –más conocida por sus misiones humanitarias– debería embarcarse en proyectos que parecen más dignos de agencias de espionaje como la CIA.

Raíces de Esperanza es una iniciativa surgida de una conferencia de la Universidad de Harvard en el 2003, lanzada por un grupo de estudiantes universitarios cubanoestadounidenses que buscaban conectarse con los jóvenes de la isla y ayudarlos a ganar peso. La organización creó en poco tiempo una red de más de 4.000 estudiantes y jóvenes profesionales de las mejores universidades del país.

En el 2009, la organización comenzó a enfocarse en promover el acceso a la tecnología en la isla, para lo cual se dedicó a recolectar teléfonos celulares y flash drives USB para enviarlos a Cuba. Esa nación tiene uno de los índices de penetración de la internet más bajos del mundo, aunque el uso de teléfonos celulares es cada vez más difundido.

En cada uno de sus proyectos, Raíces de Esperanza mantuvo distancia con los grupos de exiliados cubanos de Miami que reciben dinero de USAID como parte de una estrategia que busca generar cambios en la isla por vías que no son abiertamente políticas.

En el 2011, sin embargo, el ejecutivo de Creative Associates Xavier Utset se puso en contacto con el entonces director ejecutivo de Raíces de Esperanza, y uno de sus fundadores, Felice Gorordo, para promover el proyecto de ZunZuneo.

Gorordo confirmó en una entrevista con la AP que se le había pedido que propusiese posibles donantes, pero dijo que no sabía cuál era el objetivo final del programa.

«Personalmente, pensé que tenía sus méritos. No era algo político. Buscaba promover información compartida», manifestó Gorordo. «Pero no era algo viable porque era un proyecto del gobierno y nosotros no aceptamos fondos del gobierno estadounidense».

Documentos y entrevistas indican que Gorordo habló del tema y ayudó a concretar encuentros entre contratistas y potenciales inversionistas privados. A mediados del 2011 las conversaciones se habían diluido y quedaba en claro que no había apoyo para el proyecto.

Mientras tanto, otros dos activos miembros de Raíces de Esperanza, Chris Gueits y Raúl Moas, comenzaron a trabajar para Mobile Accord, otro contratista del proyecto. Moas, quien es contador público, era un voluntario de Raíces de Esperanza que se sumó a su junta directiva en agosto del 2011. Gueits también estuvo en la junta directiva ese año.

Durante unos tres meses, Moas participó activamente en el programa de ZunZuneo, evaluó algunos de los ensayos con mensajes de texto del proyecto enviados a personas en la isla y entabló contactos con posibles inversionistas, según documentos. Moas y Raíces de Esperanza se abstuvieron de hablar para este artículo. Gueits no respondió a numerosos pedidos de comentarios, pero mencionó su trabajo con Mobile Accord en dos redes de contactos profesionales. La AP envió mensajes telefónicos y correos electrónicos a Creative Associates y a Mobile Accord que no fueron respondidos.

Un informe interno del proyecto describe un viaje que Moas y Gueits hicieron a Denver para enseñar a un empleado de Mobile Accord cómo operar la plataforma de ZunZuneo.

«Raúl ha sido una incorporación fantástica al equipo», dice otro informe del viaje, agregando que mientras un empleado de Mobile Accord estaba afuera, «Raúl tomó el control e implementó un plan que los tres habían elaborado». Otro comentario de julio de ese año describe las conversaciones con Moas sobre las pruebas de mensajes de ZunZuneo.

Varios correos electrónicos enviados a Moas y representantes de Creative Associates, USAID y Mobile Accord mencionan problemas con el portal del programa y con el sistema de mensajes. Otro alude al salario de Moas en el mes de julio.

El representante Joe García, un demócrata del sur de la Florida que apoyó el trabajo de Raíces, dijo que no cree que la relación de esa organización con este programa le genere perjuicios a largo plazo.

«Le pides pureza a gente que simplemente trata de ayudar a la sociedad civil cubana en un sitio donde no hay libertad de expresión ni otras libertades», manifestó. «Usar una plataforma tipo Twitter o un sistema de mensajes que le permita a los cubanos comunicarse entre ellos es algo bueno, sin importar quién pague por eso».

REVISIÓN

La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado pidió semanas atrás a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) entregar todos los documentos relacionados con la creación de una red social similar a Twitter lanzada en secreto en Cuba por el gobierno del presidente Barack Obama.

Como parte de una revisión que comenzó, la comisión también solicitó cualquier mensaje que el gobierno estadounidense o sus contratistas transmitieran a los suscriptores en Cuba, a quienes nunca se les informó sobre el papel de Washington en el primitivo servicio de mensajes de texto por teléfono celular que intentaba socavar al gobierno de Cuba y que fue el tema de una investigación de The Associated Press la semana pasada.

«Me gustaría tener también una noción completa de todos nuestros programas de democracia, más allá de Internet, porque vamos a juzgarlos a todos en contexto», dijo el presidente de la comisión, Robert Menéndez, al administrador de la USAID, Rajiv Shah, durante una audiencia. Menéndez, que dijo haber apoyado la red cubana de comunicaciones llamada ZunZuneo, indicó que podría solicitar revisiones separadas de otras agencias auditoras, incluyendo a la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno (GAO).

Agregó que propondrá que la USAID siga operando los programas a favor de la democracia.

Menéndez hizo la inesperada petición después que el senador Jeff Flake pidió por separado información sobre el programa bajo la protección de las responsabilidades de supervisión del Congreso.

«¿Tendremos acceso a todos los tuits o los mensajes que fueron enviados por la USAID o sus contratistas plenamente para poder emitir un juicio?», preguntó Flake. «Porque tenemos que ofrecer vigilancia, ya sea que autoricemos programas o los financiemos».

El administrador de la USAID dijo a Flake que la entidad no cuenta con la mayoría de ellos pero prometió entregar todo documento si logra obtenerlos de los contratistas.

«Ustedes tendrán acceso a lo que logremos reunir», dijo Shah.

Menéndez, que hizo la petición sin una votación de la comisión, dijo que la revisión considerará si los programas de la USAID en pro de la democracia en Cuba fueron congruentes con los que operan en otros países, y si la USAID debería operar lo que tiene dado que reconoció que era un programa «discreto».

La investigación de la AP reveló que el gobierno estadounidense tuvo mucho cuidado de mantener en secreto su papel en la ahora desaparecida ZunZuneo, que fue lanzada públicamente en 2010. La AP también reveló que borradores de mensajes generados eran abiertamente políticos, pese a declaraciones previas del gobierno de Estados Unidos de que el servicio tenía un propósito más neutral.

Con base en documentos internos y entrevistas, la AP reportó que los suscriptores cubanos no estaban enterados de que la red había sido creada por el gobierno de Estados Unidos ni que contratistas estadounidenses estaban recabando información personal sobre ellos, esperando que la información pudiera ser usada algún día con fines políticos.

El senador Marco Rubio defendió fuertemente a ZunZuneo como una plataforma que los cubanos podrían usar para comunicarse entre ellos en medio de restricciones al internet impuestas por el gobierno cubano. Rubio manifestó su deseo por reiniciar la operación, que terminó en 2012, si bien reconoció que la USAID quizá no era la agencia federal adecuada para hacerlo.