El cambio climático ha provocado serios problemas en el mundo y Guatemala no está excluida de sufrir los efectos de la variabilidad del clima, en tanto que es el segundo país más vulnerable del planeta

En este escenario expertos consideran que los efectos del calentamiento global se exacerban con la pobreza –situación en la que vive la mayoría de la población– y la incapacidad estatal para mitigar sus impactos.

Durante la madrugada del 7 de octubre del 2011 se formó en el océano Pacífico la depresión tropical 12E, la cual alcanzó en sus primeras 24 horas las velocidades máximas de viento de 55 kilómetros por hora, lo que provocó inundaciones y deslaves en el país, causando graves daños a casas y a la infraestructura vial.

La continua lluvia, resultado de la depresión tropical, repercutió en el desbordamiento de varios ríos y agravó la situación de vulnerabilidad de varias familias guatemaltecas que viven en condiciones de pobreza. 

Según las autoridades del Gobierno anterior, la depresión tropical 12E afectó a por lo menos 81 de los 338 municipios del país y se confirmó la muerte de al menos veintitrés personas, pero además hubo más de 30 mil víctimas de la tormenta, siendo este fenómeno natural el más reciente en Guatemala.

De la misma manera, el país ha experimentado en los últimos 15 años distintos fenómenos naturales de impacto, principalmente como consecuencia del avance del cambio climático, que ha colocado en una severa crisis a miles de familias, impactando en las áreas de salud, en la producción de granos básicos, sequías, inundaciones y deslaves, entre otros.

Entre la población más afectada y vulnerable resalta aquella que pertenece a los estratos más pobres del país. Los efecto del cambio climático son una realidad y según el “Informe Ambiental del Estado 2012” del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) debido al avance de este fenómeno, Guatemala ocupa el segundo lugar en vulnerabilidad a nivel mundial.

LOS POBRES, LOS MÁS VULNERABLES

“Guatemala es muy vulnerable porque recibe el embate de la variabilidad del clima en ambos océanos, tanto del océano Atlántico como del Pacífico”, dice Eddy Sánchez, del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
 
Sánchez indica que la topografía del terreno permite la influencia de un océano hacia el otro y eso repercute en la inestabilidad del clima. Según el experto, los pobres siempre son los más vulnerables porque viven en áreas de riesgo o no apropiadas a la construcción de viviendas.

“Las zonas de riesgo y amenazas se encuentran en diferentes áreas del país, Guatemala necesita planificación y ordenamiento territorial para hacerle frente al cambio climático”, asegura.

A criterio de Sánchez, Guatemala no tiene la capacidad para realizar obras de mitigación al cambio climático y por eso se debería de pensar en la adaptación del mismo. Esto se deriva de la falta de planificación que tienen las municipalidades del país así como de la ausencia de programas de desarrollo en la infraestructura, dijo el director del Insivumeh.

Por su parte David de León, portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), indica que Guatemala ha sido catalogada en diferentes foros internacionales sobre el cambio climático entre los primeros países con mayor vulnerabilidad por los fenómenos relacionados a la variabilidad climática.

“Los fenómenos naturales que nos han afectado han hecho más evidente la vulnerabilidad en la que nos encontramos y que a lo largo de los años hemos construido nosotros mismos”, señala De León.

El entrevistado manifiesta que las personas más afectadas son las que viven en condiciones precarias o en situaciones de riesgo como barrancos, en donde no existen obras de mitigación que puedan indicar que son lugares seguros para habitar.

“Las personas con más condición de riesgo, son las que viven en condiciones precarias, laderas, barrancos y sin planes de mitigación”, agrega el portavoz.

Solo en el departamento de Guatemala, la Coordinadora para la Reducción de Desastres estima que hay más de 230 asentamientos humanos que son vulnerables a los desastres.

De acuerdo con el documento del MARN citado previamente, el 51 por ciento de la población guatemalteca vive en pobreza y el 15 por ciento en pobreza extrema. Los mayores índices de pobreza se concentran en la población de mujeres e indígenas.

IMPACTOS

La variabilidad climática y el cambio climático, proyectados por el MARN, producirán un retroceso en los niveles de desarrollo humano, con impactos en la seguridad alimentaria, la salud de las personas, los recursos forestales, los ecosistemas naturales y los recursos hídricos. 

Según Yuri Mellini, del Centro de Acción Legal Ambiental y Social (CALAS), los círculos de pobreza serán los más vulnerables por el cambio climático, ya que mantienen una afectación de la vida y la integridad de las personas. 

El tema de la alteración del clima por el cambio climático afecta a la población desde cosas tan básicas, como el desequilibrio del frío y calor, que generan enfermedades, por lo que una afectación inmediata será sin duda en la salud, asegura Mellini.

En otro de los temas que se verán afectados los habitantes será en el patrón de la lluvia, que ocasionará fenómenos como las sequías e inundaciones, que a su vez afectan la producción y con ello la vulnerabilidad de la seguridad alimentaria.
 
Otra de las consecuencias del cambio climático, según el analista, tiene que ver con la infraestructura, ya que cuando hay eventos como huracanes o depresiones tropicales hay destrucción de la estructura vial e incluso de pérdidas de la propiedad.

Sin embargo “lo más lamentable de todo es cuando se tienen fenómenos naturales extremos, particularmente por las lluvias donde se registra es la muerte de una persona”, dice.

FENÓMENO SILENCIOSO

Según Vinicio Montero, Viceministro de Recursos Naturales, dadas las condiciones geográficas de Guatemala y el hecho de estar en medio de dos océanos así como de tener una topografía muy diversa hacen que el país sea vulnerable al cambio climático.

“Cuando hay lluvia, inundaciones, deslaves o sequías, inmediatamente se hace referencia al cambio climático, pero este también es silencioso, prevé que las temperaturas vayan aumentando paulatinamente y por lo tanto muchas cosas que no se perciben son efectos también del cambio climático”, señala Montero.

Además indica que el país tiene fuertes impactos derivados del cambio climático y no solo en eventos extremos como los ocurridos por el huracán Agatha o Mitch sino en las manifestaciones silenciosas, principalmente en la salud, las cuales no se perciben.

Según Montero el país tiene condiciones sociales y culturales bastante complejas, de tal manera que esa peculiaridad como la conflictividad social y los niveles de pobreza que existen en el país exacerban los efectos del cambio climático.

“Por ejemplo si se tiene un deslave es mucho más peligroso cuando se tiene a gente viviendo en zonas marginales de alta vulnerabilidad, como áreas aledañas a barrancos o propensas a inundaciones, entonces los efectos del cambio climático se exacerban con las condiciones sociales, culturales y ambientales del país”, dice.

Según el entrevistado, Guatemala ha perdido desde 1998 más de Q27 mil millones por los fenómenos naturales, siendo un 40 por ciento del presupuesto nacional y “si no se hace nada para reducir la vulnerabilidad y para adaptarnos, o que los países que son los grandes emisores de gases  de efecto invernadero se responsabilicen en mecanismos de pérdidas y daños para los países pequeños, económicamente no vamos a crecer, ya que lo que crezcamos los eventos extremos del cambio climático nos lo quitarán”.

BUSCARÁN CONTRARRESTAR EFECTOS

Según Montero, el Ministerio de Ambiente tiene dentro sus prioridades institucionales contrarrestar los efectos del cambio climático, por lo que se realiza una adaptación y reducción de la vulnerabilidad, así como una mitigación, teniendo todos los sistemas de gestión de riesgo que permitan minimizar el riesgo en vidas humanas, infraestructura y vivienda de esos fenómenos extremos.

“Se está impulsado la política del cambio climático y la ley que manda hacer instrumentos y normativas especiales para que las instituciones apoyen la reducción de la vulnerabilidad a través de gobiernos locales, regional y nacional, para poder hacer el tema de adaptación un tema importante”, destacó.