Tres médicos estadounidenses murieron acribillados a balazos por un guardia de seguridad afgano en un hospital, dijeron las autoridades. Además, una enfermera, también estadounidense, resultó herida.
Fue el más reciente de una serie de ataques mortales contra civiles extranjeros en la capital afgana.
Dos de los médicos eran padre e hijo, dijo la ministra de salud Soraya Dalil y agregó que el tercero era un médico de Cure International que había trabajado siete años en Kabul.
«Un médico pediatra que había trabajado en este hospital durante siete años atendiendo al pueblo de Afganistán murió y también otros dos que estaban aquí para reunirse con él, también ciudadanos estadounidenses», dijo Dalil. «Los dos visitantes eran padre e hijo, y una mujer que estaba en el grupo visitante resultó herida».
El atacante era miembro de la Fuerza de Protección del Público Afgano asignado a custodiar el hospital, según el jefe de policía del distrito, Hafiz Khan. Agregó que se desconocía el motivo.
El pistolero fue herido y detenido. Al mediodía lo operaron en el mismo hospital, según Kanishka Bektash torkystani, un vocero del Ministerio de Salud. Por la tarde estaba en recuperación y será interrogado, dijo Dalil.
«Cinco médicos ingresaron al complejo del hospital y caminaban hacia el edificio cuando el guardia les disparó», dijo Torkystani. «Tres médicos extranjeros murieron».
Tampoco se dijo quién hirió al atacante.
La embajada norteamericana en Kabul confirmó que los fallecidos eran ciudadanos estadounidenses.
Según su portal, el Hospital Cure International fue fundado en 2005 por invitación del Ministerio de Salud afgano. Recibe 37.000 pacientes por año y se especializa en pediatría y maternidad, además de cirugía general. Está afiliado a la organización caritativa cristiana Cure International, que opera en 29 países con el lema «curar a los enfermos proclamando el reino de Dios».
No estaba en claro si el Talibán tuvo que ver con el ataque del jueves.
El ataque es el más reciente contra civiles extranjeros en Afganistán después del atentado con bomba perpetrado en enero contra un popular restaurante y otro ataque contra un hotel de lujo ocurrido en marzo.
Además, a principios de abril, la fotógrafa de The Associated Press Anja Niedringhaus fue asesinada y la periodista Kathy Gannon, de la misma agencia, resultó herida por un agente de la policía que les disparó a quemarropa con un fusil en el este del país.