Lo que son las cosas, cuando por las tristes condiciones en que este gobierno al igual que los anteriores han mantenido al país, hay estudiosos del derecho constitucional que opinan lo sabio que hubiera sido legislar para que una vez pasada la mitad de su período se pudiera revocar el mandato conferido al presidente, a través de un referéndum, en donde se le preguntara al pueblo si era su deseo hacerlo.
Pero ahora resulta que serviles políticos o los interesados que nunca faltan se hayan puesto a promover un debate sobre la reelección. ¿De dónde acá con tan abusivo interés? Según me contaron, no hace mucho, en un foro los expresidentes Vinicio Cerezo y Álvaro Arzú hablaron del tema; luego el actual Presidente del Congreso, Arístides Crespo, hizo lo suyo y como quien no quiere la cosa, un conductor de la cadena CNN, el que por cierto de nuestro país sabe muy poco, se le ocurrió plantearle al General Pérez la posibilidad. ¿Qué coincidencia verdad?
Desde mi punto de vista, quien diga que es necesario discutir la posibilidad de la reelección está haciendo una descarada manipulación, pues tal potestad en otros cargos también ha resultado totalmente contraproducente. Si lo anterior fuera mentira, a las pruebas me remito haciendo las gestiones para realizar una Consulta Popular que contenga tres preguntas: Primera: ¿Desea usted que los DIPUTADOS se sigan reeligiendo, sí o no? Segunda: ¿Quiere usted que los ALCALDES también se reelijan, sí o no? Y Tercera: ¿Quiere usted que se deje sin efecto el Artículo 187 de la Constitución actual que prohíbe volver a desempeñar el cargo de PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA a la persona que lo haya desempeñado durante cualquier tiempo o quien lo haya ejercido por más de dos años en sustitución del titular, sí o no?
Ante la catizumbada de políticos que únicamente han demostrado tener habilidades para hacer descarada e ilegal propaganda con fines de reelección; como que han sido inútiles e ineficaces para cumplir con sus deberes y responsabilidades; también proclives al fomento de la corrupción y para colmo, incumplidores de sus promesas electorales, apuesto doble contra sencillo que abrumadoramente la mayoría de nuestra población respondería en contra de las reelecciones, aunque seguramente seguirían gastándose gran parte de los recursos del Estado para intensificar su actual campaña proselitista con tal que el pueblo dijera lo contrario. Finalmente, lo más importante es tener presente lo consignado en el segundo párrafo del Artículo 187 de nuestra Constitución: “La reelección o la prolongación del período presidencial por cualquier medio son punibles de conformidad con la ley” y de paso, los artículos 381 y 382 del Código Penal.