Siria celebrará elecciones presidenciales el 3 de junio, anunció hoy el presidente del Parlamento, una votación en la que seguramente se postulará y ganará el presidente Bashar Assad, mientras el país entra en su cuarto año de guerra civil.
Assad, quien ha gobernado Siria desde que sucedió en el poder a su fallecido padre en el 2000, ha insinuado que se postulará a un nuevo mandato de siete años, reflejo de su empeño por demostrar que él es el líder legítimo de la nación árabe.
El presidente ha fortalecido en los últimos meses su otrora precario control del poder, con demoledoras ofensivas militares para capturar zonas urbanas claves, con la esperanza de tenerlas bajo el control gubernamental antes de la votación.
El conflicto, que comenzó como una serie de manifestaciones populares contra el régimen de Assad en marzo de 2011, es ahora una guerra civil que ha matado a más de 150 mil personas y ha obligado a un tercio de la población a huir de sus hogares.
Los activistas opuestos a Assad dijeron inmediatamente que boicotearán la votación, por considerarla una farsa. Varios líderes mundiales han denunciado el intento de Assad de realizar elecciones mientras el país sigue sumido en una guerra civil.
El presidente del Parlamento, Mohamed Laham, dijo que los candidatos al cargo presidencial podrán inscribirse del 22 de abril al primero de mayo.
«Pido a los ciudadanos de la República Árabe de Siria, dentro y fuera del país, que ejerzan su derecho en las elecciones presidenciales», expresó Laham en el Parlamento durante una transmisión en directo de la televisión estatal.
Los sirios residentes fuera del país podrán votar antes, a partir del 28 de mayo, dijo Laham. No quedó claro si esa alternativa abarca a más de 2.5 millones de refugiados en los países vecinos, algo improbable dadas las consideraciones logísticas y políticas.
Assad no ha dicho públicamente si se postulará, pero en meses recientes ha actuado como en una campaña electoral, visitando áreas recientemente ocupadas por sus fuerzas. Los medios estatales ofrecieron escenas de residentes al parecer entusiasmados con la presencia del mandatario durante esas visitas.
El domingo, Assad visitó la antigua población cristiana de Malula, donde ofreció la imagen de un protector de las minorías religiosas sirias, muchas de ellas amenazadas por la mayoría suní.
El gobierno ha presentado las elecciones como la solución a la crisis: si la población elige a Assad, la lucha debería cesar.
No hay estadísticas oficiales sobre el respaldo de la ciudadanía a Assad, aunque al parecer los sirios están divididos quienes lo respaldan y los que quieren derrocarlo. Al parecer la mayoría se muestran recelosos de las facciones beligerantes del país.