Diálogo en Venezuela genera dudas


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El prolongado debate que se extendió hasta la madrugada entre el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y sus opositores generó momentos de tensión y escepticismo entre ambos bandos pero podría ser el comienzo de un proceso para retomar el diálogo político tras meses de protestas y violencia.

Por Ángel Alberto González, Caracas, Agencia dpa

Diálogo en Venezuela genera dudas 

Por Ángel Alberto González

Caracas,
Agencia dpa

El prolongado debate que se extendió hasta la madrugada entre el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y sus opositores generó momentos de tensión y escepticismo entre ambos bandos pero podría ser el comienzo de un proceso para retomar el diálogo político tras meses de protestas y violencia.

La cita llamada «diálogo por la paz» contó con momentos polémicos e intercambios de acusaciones mutuas, pero el debate se dio en un clima de normalidad y ambas partes pudieron presentar sus argumentos sin mayores sobresaltos.

Para la politóloga y profesora universitaria María Teresa Urreiztieta, este diálogo representa «entrar en una nueva etapa donde el diálogo se hace necesarísimo», tras dos meses de protestas que han dejado 41 muertos, centenares de heridos y más de 2 mil detenidos.

Urreiztieta explicó a dpa que en los últimos meses los sectores extremos de ambos bandos habían apostado a la negación del adversario, por lo que el diálogo es un paso positivo para retomar el camino político de forma permanente.

«La idea es que el diálogo no sea la excepción sino el comienzo de un proceso de restitución de la política, de humanización del poder y de la institucionalización de poder a través del quehacer político», explicó la profesora de la Universidad Simón Bolívar (USB).

En las calles de Caracas muchos dudaron de la utilidad del encuentro que tras seis horas terminó sin acuerdos concretos.

«Básicamente estamos en las mismas, cada quien habló y nadie se comprometió a hacer nada», explicó José Rodríguez, un taxista de 53 años que critica al gobierno por su incapacidad de abatir los altos índices delictos, pero fustiga las protestas con barricadas opositoras que han estorbado su trabajo.

Los opositores en la calle calificaron el encuentro de un «monólogo» de Maduro, quien habló durante hora y media, pero desde el chavismo cuestionan que los sectores de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) hayan tardado dos meses para sentarse a dialogar.

La viabilidad del diálogo inclusive fue puesta en duda por el presidente de la Asamblea Nacional (Congreso unicameral), el oficialista Diosdado Cabello, quien criticó las inclinaciones golpistas que tendría la oposición.

«¿Esto irá a avanzar? De verdad que tengo mis dudas», cuestionó Cabello, quien citó como ejemplo que «hay sectores de la oposición que andan tocando militares» para buscar un golpe de Estado que saque del poder a Maduro.

El líder de la oposición Henrique Capriles Radonski restó importancia a las palabras de Cabello y recordó que tras perder por estrecho margen las elecciones presidenciales de abril de 2013 ante Maduro, el gobierno se había comprometido a hacer una auditoría del sistema electoral para despejar dudas pero esto nunca se concretó.

Capriles Radonski incluso acusó a Maduro de estar en el poder por «el control que tienen de las instituciones», que responderían a los dictámenes del Ejecutivo y carecerían de independencia.

La oposición había pedido como requisitos para dialogar que se debatiera la necesidad de conceder amnistías a los detenidos durante las manifestaciones, que se renovaran los poderes públicos o el desarme de los grupos «paramilitares» afines al gobierno.

Por su parte, los representantes del oficialismo exigieron a la oposición reconocer la legitimidad del gobierno de Maduro, deslindarse de las protestas violentas o de salidas que estén al margen de la Constitución.

Urreiztieta señaló que estos temas forman parte de las «heridas abiertas» que ha dejado la confrontación política en Venezuela de los últimos años y dieron pie a una enorme desconfianza entre ambas fuerzas políticas.

La doctora en Psicología Social y Política sostuvo que la participación de la delegación de cancilleres de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y el Vaticano puede servir para que una mediación efectiva permita establecer una agenda concreta para avanzar en el diálogo.

Superar la desconfianza mutua y lograr un avance en «los temas de fondo que deben ser tocados uno por uno» harán que el proceso de diálogo se extienda por un periodo importante de tiempo, por lo que Urreiztieta acotó que tanto el chavismo como la oposición requerirán tener paciencia para ver resultados.