El bombardeo discursivo: pobres nosotros


Edgar-Balsells

Esta nota podría llamarse “un día en la vida de la prensa guatemalteca”, y con el subtítulo siguiente: “y de cómo influye en nosotros los inocentes súbditos de la República”. Y para ello sería interesante usar las recetas de los teóricos críticos del discurso, que nos dicen que es vital levantar el velo de letras y palabras, para ver el trasfondo, y la trama que se prepara.

Edgar Balsells


En todos los ámbitos democráticos hay columnas de opinión y notas de prensa en donde se vierte la famosa “Doxa”, que consiste en apreciaciones personales o bien de representantes grupales en torno a hechos y acontecimientos. La “Doxa” abandona lo objetivo, el reporte, y se encarama en la mente de la gente, para atornillarla, robotizarla, y por sobre todo apaciguarla, o bien para moverla. Lo que sorprende en estos lares es la “Doxa”, sesgada, tan pegada a intereses grupales: hace falta entonces cada vez más, una prensa independiente. Veamos algunos ejemplos:

El editorial de elPeriódico del día de ayer, llama despectivamente “militantes tributarios”, a quienes propusieron una serie de medidas estándares para el pago del Impuesto sobre la Renta, y para controlar la evasión y elusión. Los altos jueces de la Corte de Constitucionalidad se han dado a la tarea de desbaratar dicha ley y los mayores controles. En otra realidad habría muchas opiniones contrarias, pero aquí, se nos etiqueta de “militantes” a quienes abogamos por un Estado más efectivo, y que tenga fondos para gasto social.

Una columna del colega Hugo Maúl, también en elPeriódico, hace una serie de malabarismos tecnocráticos para intentar mostrar que las cuantiosas exenciones que vienen incorporadas a la iniciativa de ley de Inversión y Empleo, de la que el Ministerio de Economía ha hecho toda una cruzada, no representa una pérdida de ingresos tributarios, pues éstos ni siquiera son percibidos hasta ahora. Increíble opinión, viniendo de alguien que estuvo en gran cantidad de sesiones del cacareado Pacto Fiscal, y en donde se acordó “no más exenciones fiscales”.

Y hablando de temas más pesados, el también colega González Merlo, quien escribe en Prensa Libre, el diario de mayor circulación, advierte que la democracia puede llegar a ser la peor forma de gobierno. Y con ello hace eco de una serie de artículos de opinión que vienen saliendo en nuevos “medios alternativos”, siempre de la misma corriente de pensamiento, en donde se la idea es encumbrar a la República y minusvalorar la democracia.
Al opinar sobre estos temas, de la forma como algunos lo hacen en Guatemala, ello no me hace sino retrotraerme a las advertencias de los famosos teóricos Robert Michels, Gaetano Mosca y Vilfredo Pareto, en las postrimerías del fascismo alemán e italiano; en donde se apelaba a mecanismos de excepción, para contrarrestar las tremendas imperfecciones de una democracia movida y “abochornada” por las mayorías y los movimientos sociales.

En un ambiente en donde el ciudadano de a pie, transita en el campo y en la ciudad bajo múltiples vicisitudes y temores. En donde el transporte público es pésimo, y no digamos la salud y la educación están por los suelos, llaman la atención los legionarios de la doxa que viaja siempre hacia un lado, y en donde forjar ciudadanía y humanismo es lo que menos cuenta.