El papa Francisco dio su respaldo al Banco del Vaticano para que continúe realizando sus funciones, a pesar de los esfuerzos para que la entidad mejore en el cumplimiento de los estándares de las finanzas internacionales.
El banco, oficialmente denominado Instituto de Obras Religiosas, ha estado involucrado en escándalos de lavado de dinero.
Sin embargo en un comunicado hoy, el Vaticano dijo que «los valiosos servicios ofrecidos por el Instituto asisten al Santo Padre en su misión como pastor universal».
En alusión a las reformas realizadas a raíz de las investigaciones, el Vaticano dijo que los ejecutivos y gerentes del banco concluirán planes para que el banco pueda cumplir con su misión «como parte de las nuevas estructuras financieras de la Santa Sede».
Al anunciar el visto bueno del papa, el Vaticano enfatizó que el banco deberá aplicar las instrucciones papales emitidas en el 2013 sobre «transparencia, supervisión e información financiera».