Desde el 2007 se han presentado 17 iniciativas para reformar la Ley Orgánica y de Régimen del interior del Congreso de la República que buscan renovar la regulación interna en el Organismo Legislativo y establecer nuevas normas para los diputados, pero ninguna ha tenido éxito.
Falta de voluntad política, desinterés o temor a un cambio de reglas: ¿Por qué no cambian las cosas?
Los últimos presidentes del Congreso no han tenido éxito al promover las modificaciones a la Ley Orgánica del Organismo Legislativo, lo que ha generado un retraso en los cambios que se pretenden efectuar con respecto al funcionamiento de la institución, que ha sido ampliamente criticada por su regulación desactualizada y la falta de resultados.
Arístides Crespo manifestó que durante su presidencia en el Legislativo espera que se puedan conocer las reformas a la Ley Orgánica, las cuales han estado archivadas por mucho tiempo en la Dirección Legislativa.
A la fecha, el Pleno no ha conocido ninguna de las iniciativas que han propuesto los diputados, de tal manera que aún no existe una prohibición para utilizar megáfonos en el hemiciclo, realizar extensas interpelaciones o implementar mecanismos para evadir la labor legislativa.
CONGRESO ATÍPICO
Analistas y diputados coinciden en que el Congreso de la República durante el 2013 funcionó de forma atípica debido a que el partido Libertad Democrática Renovada (Lider) interpeló durante casi todo el año al ministro de Cultura, Carlos Batzín, por considerar que realizaba compras sobrevaloradas en su cartera.
La interpelación a dicho funcionario inició a finales de enero del 2013 y culminó un año y tres meses después; mientras tanto, una gran cantidad de temas se quedaron fuera de la agenda legislativa.
Y es que el artículo 139 de la Ley Orgánica del Organismo Legislativo establece que los diputados tienen derecho de interpelar a los Ministros de Estado o a los viceministros en funciones, y éstos tienen la obligación ineludible de presentarse al Congreso a fin de responder a las preguntas que se les formulen.
Sin embargo, este artículo es aprovechado por algunas bancadas como un mecanismo de entrampamiento para que el Pleno no entre a conocer otras iniciativas.
En este sentido, Manuel Barquín, tercer Vicepresidente de la Junta Directiva, indica que durante la gestión del expresidente del Congreso, Pedro Muadi, no se pudo avanzar en las enmiendas propuestas a la Ley Orgánica porque la situación en ese órgano fue atípica y no se llegó a ningún consenso entre bancadas.
Además, agrega que más allá de llegar a cualquier consenso entre bancadas, es fundamental enfocarse en que algunos partidos políticos tienen “intereses”, los cuales impiden conocer los cambios a la reforma orgánica y esto provoca que ciertas bancadas apoyen a las interpelaciones.
De acuerdo en el tema, algunos analistas argumentan que los diputados han llegado a acomodarse con la actual ley que ofrece muchos “privilegios” y pocos “compromisos”, lo cual genera un desbalance.
Los analistas indican que el Congreso es un organismo impredecible que solo reacciona ante las crisis y escándalos. Por lo tanto, no ejercen su verdadera función, ya que en el fondo únicamente se dedican a buscar beneficio propio y ganar votos para las próximas contiendas, dejando por un lado el ejercicio de legislar eficientemente en beneficio de la población.
ENMIENDAS SIN ACUERDOS
Nineth Montenegro, diputada de Encuentro por Guatemala (EG), ha sido una de las congresistas que ha propuesto cambios a la Ley Orgánica del Organismo Legislativo por considerar que es fundamental hacer variaciones a la Ley actual, además de que se busca fortalecer la parte institucional de esa institución.
Sin embargo, al igual que las demás propuestas presentadas y que han sido conocidas en el Pleno, su iniciativa no obtuvo un dictamen y mucho menos se convirtió en un decreto.
La propuesta que impulsó la diputada en el 2012 pretende aprobar reformas a 36 artículos de la Ley Orgánica, la cual trazó como objetivos principales el impulso al fortalecimiento institucional del Organismo Legislativo, el incremento de los niveles de eficiencia de la gestión parlamentaria, a fin de mejorar el proceso y la calidad del producto legislativo.
Además obliga al registro de trabajo de las sesiones por medios audiovisuales idóneos, reducción de megáfonos y uso de cohetillos; la regulación de obligación de entregar al Pleno y a la Junta Directiva un plan de trabajo anual de la Comisión respectiva, regular la interpelación asegurando el derecho a los diputados, y que no sea utilizada como un arma política para entorpecer el debate, entre otras.
Según la iniciativa presentada por Montenegro, se profundiza la modernización que inició con la reforma 68-2008 que aprobó cambios fundamentales a la Ley Orgánica y fue un primer paso para lograr delimitar las funciones administrativas de las funciones políticas en el Congreso y lograr que la institución se encaminara y funcionara de manera transparente y eficientemente.
Montenegro indica que la no aprobación de las reformas que planteó se debe a la falta de voluntad, temores y prejuicios que tienen los diputados.
OTRAS INICIATIVAS
Entre las otras iniciativas que han propuesto los diputados, se encuentran las de Roberto Alejos, Maura Estrada Mansilla y Christian Boussinot, quienes durante el 2009 propusieron que las presidencias de comisión deben permanecer a los bloques y no a diputados.
Dicha iniciativa fue recibida en la Dirección Legislativa el 20 de agosto del 2009, mismo día que fue conocida durante una sesión en el Pleno, pero no obtuvo dictamen.
Por su parte, el diputado César Fajardo, de la UNE, junto con Roberto Kestler, Juan Manuel Giordano y otros diputados presentaron una propuesta en el 2010, para crear una estructura orgánica de asesoría parlamentaria, reconocer un quórum reducido, limitar la duración de las sesiones, intervenciones y llamados a votación, regular la propuesta de voto de falta de confianza, las normas para la prestación y contratación de servicios entre otras.
La propuesta hecha por los congresistas en ese mismo año, estuvo a cargo de la Comisión de Apoyo Técnico y fue presentada en el Pleno el 10 de agosto, pero no obtuvo dictamen.