López Bonilla, mejorando


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Supongo que la cantidad de problemas que enfrenta cualquier Ministro del Interior puede ser inmensa y estoy seguro que los que enfrenta el ministro de Gobernación López Bonilla en Guatemala son abrumadores. En todo caso, cualquier persona bien intencionada que acepta esa calidad de reto sabe que la cosa no será fácil y tiene que ser cuidadoso de nunca dejar que el mal manejo de los problemas cause la desesperación de la población y consecuentemente la pérdida de confianza en las verdaderas intenciones del funcionario.

John Carroll


Me complace hacer esta tarde un comentario positivo de un funcionario de gobierno, Mauricio López Bonilla, a quien en octubre pasado critiqué frontalmente por lo que a mi parecer era una barbaridad. Parece haber escuchado el clamor de la gente que como yo transitamos a diario por las zonas 9 y 10 de esta capital. En ese momento dije:

“Exijo como mandante de este noble pueblo que el señor Ministro de Gobernación sea diligente y ordene colocar a los pocos elementos policiales necesarios para controlar estos casos en las calles y avenidas de la ciudad que están plenamente identificadas desde hace muchos  años. Simplemente no es posible que los funcionarios clave de este gobierno actúen con tal incapacidad y desgano ante la solicitud de miles de guatemaltecos que lo único que pedimos es poder salir a las calles a trabajar dignamente sin que miserables desdichados nos amedrenten.

Claro está que el aparato judicial de nuestra nación tiene diagnóstico de muerte, y resolver esta situación es complejo por el grave nivel de impunidad con el que vivimos desde hace muchos años, pero eso no justifica que el señor López Bonilla no pueda poner a tres pelones a ver cámaras de seguridad, conformar un pequeño grupo de inteligencia  y un escuadrón de policías a hacer presencia en unas cuantas avenidas y calles de esta metrópoli para reducir la incidencia de los golpes que estos desgraciados nos dan a diario. La idea, señor Ministro, es que los delincuentes puedan percibir que existe algún pequeño chance de pagar con una simple detención y un espurio encausamiento legal por sus actos.”

Y no era para menos; no exagero al decir que sobre la Avenida Reforma de las zonas 9 y 10, sobre la 7ª. avenida de la zona 9 y sobre la 10ª. calle de ambas zonas podía presenciar a diario desde mi vehículo cómo asaltaban a otros automovilistas desde motocicletas o a pie. Inescrupulosos y  envalentonados delincuentes fueron creciendo en número y confianza después de algunos años de dedicarse al robo sin absolutamente ningún freno de parte de la autoridad policial.

Hoy puedo decir con satisfacción que en la zona existe desde principios de enero de este año  una importante presencia de la PNC y que mis traslados por el sector son mucho más placenteros y tranquilos porque ya no sufro de la desgraciada sensación de inseguridad e inutilidad.  Obviamente los retos que tenemos por delante en temas de seguridad son enormes, pero espero sinceramente  que estas buenas acciones del señor Ministro sigan adelante y esta columna sirva como un incentivo para él y los policías que día a día cuidan el sector.