El Movimiento África 70 impulsa el proyecto “Yo soy Atitlán, yo soy el Lago de Atitlán y estoy vivo”, para hacer conciencia en la población y las autoridades, a que se involucren en el manejo integral de desechos sólidos y saneamiento ambiental, en cuatro municipios de Guatemala.
María Paola Montisci, comunicadora del Movimiento África 70 señaló que la belleza del paisaje de Sololá reside en su riqueza natural y cultural, y se caracteriza por la diversidad de los ecosistemas y su población, que mantiene viva su identidad a través de la Cosmovisión, el idioma, las tradiciones, los trajes, los conocimientos y prácticas ancestrales.
Montisci agregó que el paisaje de este departamento es único y quiénes o han visto una vez siempre lo reconocen y valoran, por las armoniosas líneas de sus volcanes y el color del agua; aunque si se mira de cerca se pueden ver las heridas provocadas por la contaminación en el suelo, el aire y el agua.
Plásticos, detergentes, fertilizantes químicos, líquidos y gases tóxicos, productos en los basureros, descargas de aguas servidas directas al espejo acuífero, es lo que se percibe a diario; el Lago no tiene capacidad de absorber toda esa suciedad, dijo la entrevistada.
Todo esto provoca un desequilibrio en la naturaleza y el ser humano, generado por el crecimiento acelerado de la población y de los cascos urbanos de la cuenca; además, como los demás lagos del mundo, sufre las consecuencias del cambio climático, como la modificación de los ciclos naturales de la lluvia.
Esta ruptura en el equilibrio natural también ha causado que las personas se enfermen seriamente, concluyó Montisci.