El exprimer ministro de Israel Ehud Olmert fue declarado culpable hoy en el juicio por corrupción instruido en su contra, un veredicto que podría resultar en su encarcelamiento y que termina con sus esperanzas de volver a la política.
El hecho culmina la batalla legal más seria que enfrenta Olmert, de 68 años, desde que fue obligado a renunciar al cargo de primer ministro en 2009 en medio de un gran número de acusaciones de corrupción.
También sella la carrera política de Olmert, quien se transformó de un impetuoso simpatizante del partido Likud en un hombre de Estado que impulso un proceso de paz con los palestinos a la postre interrumpido por sus problemas legales.
Hoy una corte de distrito de Tel Aviv dio a conocer que un total de 13 funcionarios, desarrolladores inmobiliarios y otros empresarios fueron declarados culpables de operar tres esquemas relacionados con el proyecto de bienes raíces «Tierra santa» llevado a cabo antes de que fuera primer ministro, en 2006.
La sentencia se dará a conocer el 28 de abril. Expertos legales señalan que es casi seguro que Olmert sea enviado a prisión.
De acuerdo con la acusación millones de dólares cambiaron de manos ilegalmente para promover varios proyectos de bienes raíces, entre ellos, un controvertido desarrollo habitacional que requirió cambios en las leyes de asentamientos y permitió a los constructores recibir estímulos fiscales y otros beneficios.
Olmert fue acusado de cometer las irregularidades cuando era alcalde de Jerusalén y ministro de Industria y comercio. Se le acusa de recibir sobornos para que el proyecto se concretara.
La condena pone un dramático final a la larga carrera política de Olmert, sobre quien pesaban numerosas acusaciones de corrupción que, hasta el lunes, no habían tenido efectos.
Sin que existiera un rival natural para el primer ministro Benjamin Netanyahu, Olmert a menudo era considerado una alternativa de centroizquierda, pero primero deberá sobrevivir a sus problemas.
Se espera que Olmert apele la decisión pero de cualquier manera su carrera está terminada dijo el profesor der ciencia política de la Universidad Hebrea de Jerusalén Tamir Sheafer.
«Aunque de alguna manera se le exonerara, su carrera está terminada», dijo. «Tendría que salir tan puro como la nieve para continuar».