La Terminal ¿Cortocircuito?


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Creo que no existe estadística alguna que pueda darle soporte a la idea de incendios repetitivos accidentales, a través de los años, en las mismas áreas de La Terminal de Autobuses, conocida simplemente como “La Terminal” en la Capital de Guatemala. El mercado más importante de la República de Guatemala es La Terminal, en la zona 4 y es un sitio totalmente abandonado a su suerte por la alcaldía municipal. No existe la mínima infraestructura de seguridad y los pocos servicios son pésimos para los inquilinos y para los miles de usuarios diarios.

Roberto Arias


Reportes de noticieros radiofónicos en radiodifusoras guatemaltecas nos indican que en un lugar de La Terminal encontraron cuatro granadas sin explotar y que testigos dijeron haber visto que el fuego fue encendido en tres puntos diferentes. Hay una enorme serie de acontecimientos que no son publicados por medio de los sistemas televisivos de información y tampoco los mencionan la mayoría de los medios impresos. Parecería que conviene a algunos sectores callar y esconder evidencia.

Lo que corre como fuego dentro del conglomerado nacional, al que se le llama vox pópuli, que en latín quiere decir la voz del pueblo, son varias versiones de un rumor que persiste a través del tiempo y que lleva a una misma conclusión.

Una de ellas es que los pirómanos son personas enviadas a provocar  incendios en la época seca, cuando no hay lluvia, con la intención de que los inquilinos de ese sector de La Terminal se amilanen y acepten las propuestas de la alcaldía de dejar esos terrenos y que se vayan a las Terminales que han construido en el Sur y en el Oriente de la Ciudad.

Otra dice que la alcaldía utiliza ese método con la finalidad de lograr que los inquilinos se vayan de allí, debido a que la alcaldía ya negoció esos terrenos desde hace algunos años, lo cual no sería algo extraordinario, dada la ya evidente forma de actuar del ahora Alcalde y antes presidente y alcalde, al vender patrimonios del Estado guatemalteco de una manera abyecta, retorciendo las leyes para lograr sus objetivos personales que tanto dinero han producido a los ejecutores de esos negocios. Hacer un listado de lo “negociado” por el alcalde dejaría sin espacio para comentar.

Los reincidentes incendios fortuitos lógicamente tienen un aire misterioso a su alrededor, en virtud de que, a pesar de la reincidencia casual, la Municipalidad nunca ha tomado medidas drásticas creando una infraestructura eficiente y funcional para dar soporte a las necesidades de La Terminal en cuanto a estructura para su desarrollo, como lo miraría un urbanista o como lo miraría cualquier ciudadano común con un poco de sentido común. La problemática de La Terminal, desde el punto de vista que se quiera enfocar, es compleja. Pueden mencionarse lo social, lo económico y lo estratégico.

En la Municipalidad nadie pudo o quiso dar información sobre la dimensión de los terrenos de La Terminal y menos aún sobre su costo.

¿Por cuántos millones de dólares lo negociaría o negociará la alcaldía, si fuera esto cierto? Pocos  dudan el negocio.