La Unión Europea (UE), en coordinación con el gobierno británico, decidió hoy prohibir la venta de ganado, carne y productos lácteos de Gran Bretaña a los demás países del bloque debido al foco de fiebre aftosa descubierto en ese país, que pasó a ser «zona de alto riesgo».
La Comisión Europea y Gran Bretaña estudiaron en un primer tiempo la posibilidad de un embargo más restringido en una zona en torno al foco detectado en el sureste de Inglaterra, pero finalmente prefirieron aplicarlo en una área mayor «para evitar la propagación del virus», declaró el portavoz de la Comisión, Philip Tod.
Se trata de una «zona de alto riesgo» de la que está prohibido exportar ganado bovino, porcino y ovino vivo y sus productos derivados, y en la que no está incluida Irlanda del Norte.
Las autoridades aduaneras británicas deben vigilar que los neumáticos de los vehículos que salgan del país sean desinfectados antes.
Por su parte, los expertos veterinarios de los 27 países de la UE, que se reunirán el miércoles en Bruselas, podrían decidir un dispositivo menos riguroso.
Según un experto europeo, las autoridades británicas, que todavía no han terminado la investigación para descubrir el origen del foco de fiebre aftosa, no habían podido definir este lunes una zona de alto riesgo más limitada.
Gran Bretaña se adelantó a la UE el sábado, un día después de la detección del foco, y suspendió todas las licencias de exportaciones.
La Comisión Europea se dijo «satisfecha» por la rapidez con la que las autoridades británicas identificaron la cepa del virus, según el portavoz del ejecutivo.
Londres anunció el sábado por la noche que la cepa del virus es «muy parecida» a la utilizada por un centro científico situado en la localidad de Pirbright, situado a sólo 5 km de la explotación agrícola donde se descubrió el foco.
En Pirbright se encuentra el Instituto de Salud Animal (IAH), organismo público de fama internacional que además es «el laboratorio de referencia de la Unión Europea para la fiebre aftosa», precisó el portavoz europeo.
Allí también está el laboratorio farmacéutico Merial Animal Health, un centro privado especializado en enfermedades animales y uno de los cuatro laboratorios autorizados por la Unión Europea a «manipular el virus de la aftosa vivo para la producción de vacunas».
Según los expertos sanitarios de la UE, el virus de la fiebre aftosa se ha escapado «en varias ocasiones en los años 80» de varios laboratorios especializados.
Tras la epizootia de 2001, la UE revisó profundamente en 2003 su legislación en materia de lucha contra la fiebre aftosa, entre otras cosas reduciendo el número de laboratorios autorizados a manipular el virus vivo y las vacunas.
Este virus no es peligroso para el hombre, pero al contagiarse entre animales puede causar pérdidas económicas desastrosas.
La amplitud de la última epidemia de fiebre aftosa, entre febrero y septiembre de 2001, traumatizó el Reino Unido, ya que se identificaron 2.030 casos, se sacrificaron entre 6 y 10 millones de cabezas de ganado y las pérdidas fueron de unos 12.000 millones de euros (16.500 millones de dólares).
En esa fecha también se prohibieron las exportaciones británicas a la UE dos días después de descubrirse un foco en una granja inglesa en 27 cerdos contaminados, a pesar de lo cual también se detectaron focos en países europeos como Irlanda, Francia y Holanda.