El papa Francisco hizo hoy un llamado a que abandonen el crimen a los miembros de la mafia italiana y les aseguró que «aún hay tiempo para evitar ir al infierno» si se arrepienten.
El Papa hizo estas declaraciones durante una misa en Roma con parientes de víctimas del crimen organizado, reunidas por Libera, una asociación antimafia liderada por un sacerdote, el padre Luigi Ciotti, y entre cuyos miembros se encuentra Maria Falcone, hermana del fiscal Giovanni Falcone asesinado en 1992.
«Me arrodillo mientras les pido, por su propio bien: la vida que están llevando no les dará placer, no les dará alegría, no les dará felicidad», dijo el papa Francisco. «Por favor, cambien sus vidas, conviértanse y dejen de hacer el mal», añadió.
De acuerdo con Radio Vaticano, unos 15 mil italianos perdieron a algún pariente debido a los asesinatos de la mafia. Francisco mencionó los asesinatos esta semana de un niño de tres años, su madre y la pareja de ésta, relacionados con la mafia.
La Iglesia católica fue acusada en el pasado de hacer la vista gorda con los crímenes de la mafia, especialmente en el sur de Italia. Sin embargo, la ha condenado más fuertemente desde los años 90, cuando Juan Pablo II hizo una histórica visita a Sicilia.
El año pasado, el padre Pino Puglisi, un sacerdote antimafia asesinado en Palermo en 1993, fue beatificado en una ceremonia en la capital siciliana ante unas 80 mil personas. Fue la primera vez que fue beatificada una víctima de la Cosa Nostra, la mafia siciliana.