El día de ayer se celebró el Día Internacional de la Felicidad, cual encaja perfectamente con la celebración del Día Mundial de la Poesía, ya que para mí, a pesar de que lloro a gusto con ella, la poesía es una de las cosas que más alegría me provoca, que más me acompaña y que a mi criterio mejor le hace a la salud del que la escribe y lee por aquello de la catarsis y esa purga de pensamientos que aligera la carga.

Sin embargo, me entero que hoy, además, se conmemora el Día Internacional contra la Discriminación Racial, lo cual, plantea para muchos un momento de reflexión sobre cómo vemos a los demás, cómo nos sentimos cuando somos nosotros quienes estamos siendo observados y cómo debemos de educar a los niños y niñas para que simplemente la discriminación no se dé.

Curioso que hoy se celebre el Día Mundial de las Marionetas, que a mí me encantan y que nos recuerdan lo bueno y rico que es jugar, crear y compartir.

Este día además se celebra el Día Mundial Forestal, otra oportunidad para pensar en la importancia de los bosques, de la naturaleza en general y un momento adecuado para que las autoridades trabajen en la sensibilización de la población para evitar incendios, en especial con los anuncios de sequías y la llegada del verano. A esto se suma la celebración del Día Mundial del Agua el día de mañana, lo cual nos hace pensar en su escasez, en su importancia y la pésima utilización que le damos.

Muchas fechas, muchas conmemoraciones, que a veces surgen, algunas claro, por la poca conciencia, por la negligencia y el abuso.

Marzo para mí, es otra cosa, es el mes que regaló al mundo a mi querido Marco Antonio Flores, el mejor maestro que la vida pudo regalarme, el poeta, el narrador, el amigo, porque no llamarlo así. Aunque no esté físicamente, sigue y yo lo celebro. Salud Maestro.