El precio del barril de petróleo a niveles récord, rozando los 80 dólares, ha tornado rentables inversiones antes consideradas imposibles, y los industriales se lanzan a la conquista de nuevos yacimientos de oro negro pesado o mezclado con arena, más difícil y caro de refinar.
Con el precio del petróleo por las nubes, los mayores productores de crudo del mundo han aumentado también su búsqueda de oro negro y gas a su mayor nivel en dos décadas, según divulgó esta semana la OPEP.
Las cotizaciones del petróleo subieron por primera vez el miércoles a los 78,77 dólares el barril.
En momentos en que estados petroleros como Rusia o Venezuela cierran sus puertas a los inversores extranjeros, el interés se ha centrado en Canadá, segundo país con mayores reservas petroleras del mundo –por detrás de Arabia Saudita– si se tiene en cuenta su petróleo no convencional.
Marathon Oil, la cuarta empresa petrolera de Estados Unidos, anunció esta semana la compra de la canadiense Western Oil Sands por 6.200 millones de dólares, que le otorga una participación de 20% en el proyecto de arenas bituminosas de Athabasca, una de las mayores reservas mundiales de crudo no convencional.
La arena de Athabasca (Alberta, oeste de Canadá) contiene crudo extrapesado, el más difícil y caro de procesar, pero Marathon y las demás empresas que participan en este ’joint venture’ (Shell Canada con 60% y Chevron Canada con 20%) están dispuestas a asumir el desafío.
La petrolera anglo-holandesa anunció el lunes que busca mejorar sus instalaciones de procesamiento de arenas petroleras en su refinería de Fort Saskatchewan (Alberta), con una inversión de 25.300 millones de dólares, y que podría llegar a procesar hasta 400.000 barriles diarios de bitumen de Athabasca y de otros proyectos de arenas petroleras en la zona.
Las tres empresas ya extraen de Athabasca unos 155.000 barriles diarios, pero esperan que la producción aumente un 60% de aquí a 2010, indicó el miércoles el diario económico francés Les Echos.
Por otro lado, Suncor Energy, empresa pionera de la explotación de arenas canadienses, busca desarrollar sus actividades en Fort McMurray (Alberta) para abrir allí una tercera mina, una inversión de unos 4.100 millones de dólares, con la meta de convertirse en el primer productor de estas arenas de aquí a cinco años, según Les Echos.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) señaló esta semana que operó 336 campos petroleros el año pasado, un aumento de 11,5% en relación a 2005, en respuesta a la creciente demanda de países emergentes, sobre todo China, y al sólido crecimiento mundial.
La Agencia Internacional de Energía (AIE), que representa los intereses de los países consumidores, estimó a su vez recientemente que la OPEP deberá producir unos 36,2 millones de barriles por día en cinco años, frente a 31,3 mbd actualmente.
Un dato que los industriales tendrán en cuenta a la hora de explorar inversiones más arriesgadas en el campo del petróleo no convencional, de los biocombustibles elaborados a partir de azúcares, aceites vegetales y cereales o en el campo de la energía nuclear.