No son plenos, no son considerados como confiables sino parciales, sus fuentes son cuestionables y hay descuido en la rigurosidad de las notas; se les percibe eso si, como muy influyentes en la agenda relacionada con la seguridad ciudadana, la economía o el Presidente del país. ¿Qué temas se buscan en los medios?, de manera predominante las noticias nacionales, los deportes y las notas rojas, en ese orden. No se buscan temas culturales, literarios o científicos porque no los hay necesariamente. A ese respecto, con un par de excepciones, los suplementos culturales de los medios escritos son pobres o nulos.
Los guatemaltecos buscan preferiblemente la televisión como medio informativo antes que la prensa escrita; es decir, lo audiovisual se impone sobre las opciones de lectura impresa; pero lo interesante de ese dato es lo que dicen los entrevistados: “no hay tiempo para perderlo leyendo”, se prefiere ver que leer. Periódicos y revistas saben esto perfectamente y le dan paso a las imágenes y fotografías en sus ediciones, relegando el espacio para las palabras a meras columnas apretadas. Por supuesto que las notas analíticas están lejos y sobresale el sensacionalismo y a la vez una forma de pensamiento unidireccional y tendencioso. Desde la tecnología de la información y la comunicación, los medios aún no son utilizados extendidamente, a pesar de que el uso masivo del celular ha duplicado ya la cantidad de habitantes del país, gracias a la persuasión del mercado de facilitar aparatos cada vez más dotados. Pero a pesar de eso resalta el dato del aumento del uso de la red twitter como medio. La prensa, la televisión y la radio aluden en clara dependencia, a instituciones del Estado como blanco de sus notas o de los apelativos. Los temas que predominan en la oferta informativa son delincuencia, corrupción y combate al crimen organizado. Los guatemaltecos buscan el periódico para promociones comerciales y ofertas, y menos para estar informados, se impone el consumo sobre la necesidad de la información. En resumen, se les percibe a los medios como influyentes, pero incompletos e imprecisos; algo parecido a mal con ellos y peor sin ellos. Estos son los principales hallazgos de la profesional e interesante encuesta “El estado actual de los medios informativos comerciales”, realizados por la institución DOSES y presentados en días recientes. Sin embargo, el hallazgo más sorprendente que parece derivarse tímidamente en la encuesta aludida, no está en la calidad ética y profesional de los medios, sino en sus lectores y en su tele y radio audiencia. Algo no está bien si la gente prefiere un periódico por las ofertas comerciales, antes que como medio para formarse opinión (menos del 5% de los que leen el periódico, busca el editorial). La gente prefiere nalgas y no letras, basta ver la portada de la última edición de Crónica. Hay una terrible circunstancia en la que confluye la mediocridad técnica del medio, su parcialidad para impulsar agendas particulares y la pobre cultura política del guatemalteco. Tenemos medios a medias y lectores que no exigen.