La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, sufrió un esguince de tobillo en el hotel de Roma donde se hospeda y debió asistir hoy al almuerzo con el papa Francisco con una bota ortopédica.
El argentino Jorge Mario Bergoglio recibió a la mandataria en la puerta de la residencia Santa Marta del Vaticano, donde luego compartieron un almuerzo en conmemoración de su primer año como Sumo Pontífice de la Iglesia católica.
Fernández de Kirchner explicó a la prensa que llegó unos minutos tarde a la cita con el ex arzobispo de Buenos Aires porque anoche sufrió un esguince de tobillo en el hotel Edén de Roma en el que se hospeda.
La jefa de Estado argentina sufrió una «torsión del tobillo izquierdo mientras caminaba por su habitación», precisó en un comunicado el titular de la Unidad Médica Presidencial, Marcelo Ballesteros.
«Se le efectuó una resonancia magnética nuclear en el Hospital Universitario Umberto I» de Roma, en donde se determinó «el diagnóstico de esguince de tobillo izquierdo», por lo que se le indicó «el tratamiento correspondiente y se inmovilizó la articulación con una férula», detalló Ballesteros.
Antes del almuerzo, Fernández de Kirchner y Francisco intercambiaron regalos.
Fue el tercer encuentro entre ambos desde la designación de Bergoglio como Sumo Pontífice de la Iglesia católica el 13 de marzo de 2013. Se reunieron el 18 de marzo del año pasado en el Vaticano y el 28 de julio en Brasil, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud.
La elección de Bergoglio como sucesor de Benedicto XVI sorprendió a Fernández de Kirchner, que al igual que su fallecido esposo y antecesor Néstor Kirchner (2003-2007) mantuvo una tensa relación con él mientras ejerció como arzobispo porteño y cardenal primado de la Argentina, debido a sus críticas al poder en defensa de los más pobres. Pero tras la asunción de Francisco, los lazos se estrecharon.
El almuerzo con Francisco en el Vaticano es la primera escala de la nueva gira internacional de la presidenta argentina, que incluirá una visita a Francia, donde se reunirá con su homólogo Francois Hollande e inaugurará el Salón del Libro.