Tailandia expresó sus sospechas de que unas 200 personas rescatadas de un campamento ilegal sean de la etnia musulmana uigur, en tanto que la comunidad internacional pidió a ese país que proteja a ese grupo y no lo deporte por la fuerza a China.
El jefe de la policía de migración, teniente general Panu Kerdlarppol declaró el sábado que las autoridades tenían dificultades para determinar la nacionalidad de las personas de ese grupo, aunque cree que «posiblemente sean uigures».
La policía tailandesa descubrió el miércoles al grupo en un campamento de traficantes de personas en la selva en la provincia sureña de Songkhla. Estas personas son 78 hombres, 60 mujeres y 82 niños.
Los uigures provienen de la región de Xinjiang, en el extremo noroeste de China, donde persiste una insurgencia.
El Departamento norteamericano de Estado exhortó a Tailandia a que proteja a ese grupo de personas, en tanto que la organización internacional de derechos humanos Human Rights Watch pidió a Bangkok que no las deporte a China.