No es cosa de su imaginación. Los asientos en los aviones son cada vez más angostos, pequeños y cercanos. Las grandes aerolíneas están sacando los antiguos asientos abultados y los están reemplazando con modelos más delgados, que ocupan menos espacio y así permiten meter cinco o seis asientos más en cada avión.
Los cambios, que se aplicarán en los modelos más comunes de aeronaves, les dan a las compañías aéreas dos grandes ventajas: Más pasajeros y menos gasto por combustible ya que los asientos son más ligeros.
Todo es parte de una nueva forma de pensar en esa rama de la economía, en que cada asiento es considerado como una fuente de ingreso, y no simplemente parte del avión. A mayor comodidad, se puede cobrar más por cada pasaje. Si se substraen unos cuantos centímetros, se podrían introducir más pasajeros por avión.
Para algunos clientes, tener menos espacio es molestoso, pero para otros no tanto. Las nuevas butacas tienen por lo general un rellenado más delgado. Se están produciendo nuevos modelos de naves que tienen pasillos levemente más angostos, por lo que se hacen más frecuentes las colisiones del carrito de bebidas con el hombro de los pasajeros.
Todo esto ocurre en la clase económica. En la sección de primera clase, las aerolíneas están tratando de mejorar la oferta a fin de poder cobrar más.
El asunto de si los asientos realmente están más juntos depende cómo se mide. Si se usa la medida de rutina, partiendo del espacio entre los brazos, los asientos tienen aproximadamente una pulgada (2,54 centímetros) de separación.
Las compañías insisten en que los clientes no se darán cuenta, y los nuevos asientos están diseñados de tal manera para reducir ese problema. Los sillones de los 737 que usará Southwest tienen bolsillos para revistas más delgados. Los de Alaska Airlines tienen bandejas levemente más chicas. Los de United tienen el bolsillo de revistas encima de la bandeja, alejándolos de las rodillas de los usuarios y las aerolíneas se ahorraron algo de espacio al fabricar los aviones usando marcos y almohadas más finos.
Ello le permite a las aerolíneas publicitar que ofrecen ahora igual espacio «sobre la rodilla» que antes, aun cuando los asientos están levemente más juntos en la parte inferior.
Los nuevos asientos en los Airbus A320 que usará United Airlines están una pulgada más cerca de la parte posterior a la delantera. Las nuevas butacas instaladas por Southwest en casi toda su flota tienen una separación de 31 pulgadas (78 centímetros), aproximadamente una pulgada menos que antes. En ambos casos las líneas aéreas pudieron añadir una fila adicional de seis asientos por aeronave. Southwest aumentó de 137 a 143 butacas. Ambas empresas aseguran que el nuevo modelo es igual de cómodo.
United asevera que el cambio hace que cada avión A320 pese 1.200 (544 kilos) menos. Southwest dice que las modificaciones le están ahorrando 10 millones de dólares anuales en combustible. Además, las butacas adicionales le permite a Southwest ampliar su capacidad de pasajeros en 4% sin añadir un solo avión, asegura Brad Hawkins, portavoz de la empresa.
Algunos pasajeros, sin embargo, siguen descontentos.
Mike Lindsey, quien mide 1,91 metros (6 pies, y 3 pulgadas) dice que no podría estar sentado en las nuevas butacas. Ha viajado varias veces con Southwest y «uno no puede estirar las piernas porque no hay espacio», dice el hombre de Lake Elsinore, California.
Añade que el nuevo modelo es «sumamente incómodo para cualquier vuelo que dure más de una hora».
Joe Strader ahora vacía sus bolsillos antes de sentarse en un avión debido a que el colchón del asiento es más delgado. Al igual que Lindsey, siente que las nuevas butacas son más bajo. «El respaldas del asiento de enfrente está un poco más arriba, por lo que uno se siente hundido, como en un hueco», opinó Strader, quien vive cerca de Nashville. Hawkins dijo que el marco del asiento es igual de alto, pero que debido al colchón más ligero, parecen más bajos.
Strader destacó un elemento positivo: cuando el asiento del medio no está ocupado y uno puede levantar el portabrazo y acostarse, el asiento es mucho más cómodo.
También hay pasajeros como Ryan Merrill, quien asegura que no hay diferencia entre los asientos de antes y los de ahora. «Estoy acostumbrado a estar apretado como una sardina y supongo que eso no cambiará», comenta.
Los pasajeros internacionales también sienten la incomodidad.
Apenas en 2010, la mayoría de las aerolíneas que usaban el 777 de Boeing colocaban nueve asientos por fila. Ahora en el 70% de esas aeronaves, se incluyen 10 asientos por fila, dice Boeing. Los 777 de American también incluyen 10 asientos por fila en clase económica, aunque los asientos en los nuevos 777 son levemente más angostos que en los viejos.
El asiento adicional por general implica que los pasillos serán más angostos, y los que se sienten en el asiento del pasillo recibirán más golpes del carrito de bebidas. Esa es la queja más común, dice Mark Koschwitz de SeatExpert.com.
«Antes recomendábamos los asientos del pasillo, porque uno se podía estirar más», dijo. Le sugiere a los que deseen dormir «tráiganse un abrigo y apóyense en la ventana».
El nuevo 787 de Boeing también podría significar menos espacio en la sección económica. Originalmente el avión debía tener ocho asientos por fila pero United Airlines, la única aerolínea de Estados Unidos que los usa, optó por colocar nueve asientos por fila. Esos asientos tienen una anchura de apenas 17,3 pulgadas (43,94 centímetros). De tal manera que los pasajeros tendrán levemente menos espacio en un vuelo de United de Houston a Lagos, que dura de 12 horas en un 787, que en su vuelo de una hora de Denver a Omaha, en que se usa otro modelo de avión.
Delta Air Lines ya agregó asientos más angostos en aproximadamente una tercera parte de su flota.
«Para nosotros es una prioridad aumentar la densidad a fin de maximizar las ganancias, pero estos nuevos asientos son magníficos porque nos permiten hacer eso sin sacrificar la comodidad de los pasajeros», declaró Michael Henny, director de asuntos del cliente para Delta.
Los asientos de hace apenas cinco años pesaban casi 29 libras (13 kilos), dijo Mark Hiller, director ejecutivo de Recaro Aircraft Seating. Hoy en día la butaca más liviana pesa apenas 20 libras (9 kilos). El cambio se logró mediante artilugios como por ejemplo la fabricación de portabrazos con plástico, en vez de metal, o mallas en vez de metal para reforzar la parte posterior del asiento. Además cada asiento está hecho con menos piezas, lo que ahorro peso y dinero.
Los asientos de los aviones de hace 30 años eran sumamente incómodos, dijo Jami Counter, directora de SeatGuru.com, un sitio de internet en que se publican opiniones sobre la calidad de asientos en los aviones y otros servicios que prestan las aerolíneas.
«En esa época los asientos estaban hechos de esponja y esos cojines rellenos no eran nada cómodos, así que nos deshicimos de todo eso», expresó. «No se pierde comodidad si la aerolínea lo hace bien».
En algunos aviones modelo Ford Trimotor, ensamblados en los años veinte, algunos asientos eran de mimbre. Vern Alg llegó a volar en uno de ellos.
Alg, ex gerente para diseño de fuselajes de Continental que hoy trabaja como consultor para Aircraft Interiors Expo, dijo que su primera aerolínea tenía DC-3s construidos en la década de 1940. Los asientos «eran grandes y pesados», comenta. «Eran muy, muy cómodos (pero) requerían de gran espacio entre asiento y asiento».
Al juntar más los asientos, las aerolíneas están respondiendo a la demanda de pasajes más baratos, a pesar de los más altos precios del combustible, añadió.
Alaska Airlines reemplazará todas las butacas de sus aviones en los próximos meses. Los nuevos asientos tendrán algo que muchos pasajeros ansían: un enchufe de electricidad.
Tales enchufes son particularmente importantes ya que muchos pasajeros están trayendo sus artefactos electrónicos en los aviones. La aerolínea invirtió millones de dólares para instalar enchufes de 110-volteos y de USB en cada asiento, dijo el vicepresidente de mercadeo de la aerolínea Joe Sprague.
Ello podría atraer clientes a Alaska, que se encuentra en una intensa rivalidad con Virgin America para atraer gente de California.
El asiento «es donde los pasajeros más tiempo pasan cuando están con nosotros», declaró Sprague.