El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunció medidas más humanas para las deportaciones, ordenando al Departamento de Seguridad Nacional para buscar una vía más “humana” de la política de deportaciones de su país, lo que parece imposible para las organizaciones de migrantes en Guatemala.
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Obama sorprendió anoche al anunciar que ordenó la revisión de la política de deportación del Departamento de Seguridad Nacional para buscar una vía más “humana”.
La decisión en sí no implica una política nueva, pues no se trata de un nuevo decreto, como le reclaman muchos activistas, sino de la mera exploración de posibilidades «dentro del marco de la ley».
Al respecto, Elisabel Enríquez, coordinadora ejecutiva de la Mesa Nacional para las Migraciones en Guatemala (Menamig), refutó la propuesta de Obama, ya que a su criterio es “imposible” hacer más humanas las deportaciones.
A criterio de la activista, la desintegración de las familias de los migrantes y los procedimientos administrativos que lleva a los indocumentados a centros carcelarios como si fueran criminales no puede considerarse una actitud “humana”.
Enríquez indica que se podría decir que es una acción positiva si realmente el presidente Barack Obama tuviera el interés, la voluntad y el deseo de cumplir con sus promesas electorales, en cuanto al tema migratorio, de beneficiar a la población migrante que se encuentra en los Estados Unidos.
“El hacer un anuncio de que las deportaciones sean más humanas, es como un comentario, sin tener nada concreto. Si hubiese voluntad, él –el presidente Barack Obama– puede establecer una medida ejecutiva para parar las deportaciones”, asegura.
FRAGMENTA A LA FAMILIA
Según Menamig, el proceso de deportación es un asunto judicial administrativo en el que no se puede encontrar una perspectiva humana si terminan fragmentando a las familias.
“Muchas de las personas que están siendo deportadas tienen familias establecidas allá y cuando uno o los dos padres son deportados los hijos pasan situaciones complicadas”, expone.
En cuanto a la reforma migratoria, la entrevistada indica que si no se trabaja en este primer trimestre del año, el panorama se volverá difícil y se morirían las esperanzas de tener una reforma migratoria.
“No ha habido la voluntad política de nadie para entrarle a reforma migratoria”, dice Enríquez.
DOS MILLONES
Durante el gobierno de Obama se ha batido el récord absoluto de deportaciones llegando a dos millones de retornados en seis años de su mandato.
Con los esfuerzos de lograr una reforma migratoria que se encuentra frenada en el Congreso por la mayoría republicana que controla la Cámara Baja, las miradas, frustraciones y demandas de los activistas pro migrante tornaron estos días parcialmente la espalda al Capitolio para exigirle una acción directamente a la Casa Blanca.
*Con información de dpa