Millones de guatemaltecos, usuarios de los servicios de energía eléctrica, no verán variaciones en las tarifas de 2014, a diferencia de años anteriores cuando los precios fluctuaban cada trimestre.




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Este extraño e inusual comportamiento en el sector eléctrico tiene explicaciones en maniobras financieras relacionadas con costos de generación de energía hidráulica y en los pagos de los usuarios.
El Gobierno anunció en diferentes medios de comunicación que en el transcurso de este año no habría cambios en las tarifas de energía eléctrica, supuestamente, como parte de los esfuerzos de la gestión del presidente Otto Pérez Molina, que estableció un plan para ayudar a la población que constantemente resulta afectada por la inflación. Sin embargo, hay explicaciones que van más allá de esa versión.
Una fuente del subsector eléctrico, que pidió no ser citada, explicó que el año pasado los guatemaltecos debieron pagar menos por el servicio de la energía eléctrica en sus tarifas, como consecuencia de una caída en los costos de generación, pero eso jamás se reflejó en sus facturas.
“Realmente la energía fue más barata (el año pasado), pero eso no trascendió entre la población. Poco a poco fueron saliendo informaciones al respecto, y para evitar problemas, se decidió que esos cobros extras sirvieran para estabilizar las tarifas de este año”, indica la fuente.
“Ahora ya sólo queda enmendar la situación y dicen que es parte de un plan económico para la gente. Es una compensación legal, pero a los usuarios nunca se les aclaró que fue lo que pasó y probablemente a muchos les pudo haber beneficiado más pagar tarifas bajas el año pasado”, puntualiza.
Esta explicación, que no es una versión oficial, pero se le parece mucho, pasa inadvertida de los spots del Gobierno, en los que se hace ver la invariabilidad de las tarifas como un esfuerzo del Gobierno, y se deja de lado el esfuerzo de los guatemaltecos durante el año pasado para pagar más por el servicio, pese a que los costos de la energía fueron más bajos.
“UN FONDO”
El viceministro de Energía y Minas, Edwin Rodas, reconoce que la estabilidad en las tarifas de 2014 de la energía eléctrica se debe a que el año pasado fue bastante lluvioso, lo cual permitió que la generación de energía eléctrica hidráulica fuera abundante y que tuviera un precio menor.
En lugar de que la tarifa bajara de precio el año pasado, “lo que se hizo fue crear una especie de fondo”, explica el funcionario. “Entonces, en lugar de darle el ahorro al usuario, la tarifa se mantiene igual (este año) previendo que los meses de verano se utiliza mayor energía térmica porque ya no hay agua”, agregó.
“El dinero que se ahorró en el invierno se utiliza para cubrir las alzas que pudieran tenerse durante el verano; de esa manera se estabiliza el precio”, dice el funcionario. No obstante, advierte que este trimestre se ha tenido la “fortuna” de que las tarifas no están tan altas como se habían proyectado, lo cual significa que se tendrá otro pequeño ahorro para poder aplicarlo más adelante.
Ese es uno de los factores que le permite al gobierno cumplir con su propuesta de mantener estable la tarifa de la energía eléctrica, indica el funcionario, aunque esa estabilidad de precios también se debe a la incorporación de varias plantas hidráulicas a la matriz de generación energética.
Según el funcionario, Guatemala cada vez tiene una mayor generación hidráulica; el año pasado se generó el 51 por ciento con esa fuente.
CUENTAS CLARAS
¿Por qué no informar a los usuarios de la energía sobre esta situación? ¿Por qué no cobrar menos a los usuarios por la energía cuando bajaron las tarifas el año pasado?
Sobre el ahorro, a criterio del Viceministro “si se lo dan al consumidor se lo gasta, y es más duro que la energía suba, por lo que en lugar de subirle a la tarifa se compensa”. Además, asegura que “la ley permite hacer esa compensación, es algo legal, es un mecanismo que se utiliza desde que se creó la Ley General de Electricidad, se ha hecho muchos años y muchas veces”.
El funcionario aseguró que esta decisión no implica que no habrá rebajas porque si se tienen dos trimestres con tendencia a la baja se trasladará a los usuarios el beneficio.
Esta estrategia para mantener la estabilidad de las tarifas no fue desaprovechada por el Gobierno, que utilizó la compensación pagada por los usuarios como parte de una campaña para promocionar “las acciones del gobierno”.
“Para que llegues bien a fin de mes, durante el 2014 no habrá aumento en el precio de la electricidad, como no ha sucedido en este gobierno, y así podrás utilizar la luz cuando la necesites. Una acción más para ayudar a tu bolsillo del Plan Pa’quete Alcance”, refería la publicidad oficialista.
“PASTRUM”
Según explica el gerente de Tarifas de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNNE), Miguel Santizo, el costo de la energía, para fines analíticos, se divide en dos. Primero está el costo de distribución y por otro lado el costo de generación y transporte.
En el segundo aspecto, el Reglamento establece que el Administrador del Mercado Mayorista hace una proyección de costos cada tres meses. Para eso se usan los contratos de generación, transmisión y otros servicios del mercado.
De esa forma se plantea una tarifa estimada, a la que se le suma el costo de distribución y se aplica en conjunto en cada factura que se emite a los usuarios, que deben pagar el servicio a cualquiera de las tres empresas distribuidoras de energía del país.
Cuando termina el trimestre “se calcula la diferencia de lo que se estimó y lo que fue real”. Si la diferencia es positiva –si se cobró menos de lo que costó la energía–, se tiene que recuperar cierta cantidad de dinero, aplicando el alza con el siguiente pliego tarifario trimestral.
“A veces se estima más y cuesta menos, entonces es un ajuste negativo a la tarifa. Ese es como tal el proceso del ajuste tarifario que se realiza cada tres meses”. A este mecanismo se le llama Pastrum y “lo que busca es que el usuario pague exactamente lo que cuesta el servicio, ni más ni menos, si costó esto, esto se paga, si costó menos se le devuelve lo que hace falta” es un mecanismo que manda la ley en su reglamento, asegura el Gerente.
Y en efecto, la Ley General de Electricidad establece que “si posteriormente a la fijación del ajuste trimestral, se determina que se incluyeron cargos a favor o en contra del Distribuidor, que debieron ser aplicados en este o en anteriores ajustes, esta diferencia deberá ser incluida como saldo no ajustado en posteriores ajustes trimestrales”.
“Cuando existan variantes significativas entre las previsiones de costos de compra y sus costos reales, la Comisión podrá establecer, con el acuerdo del Distribuidor una ampliación del período de recuperación de los saldos, o bien la actualización de las proyecciones de tarifas”, indica la normativa.
TRANSPARENCIA
Carlos Martínez, analista del Instituto de Problemas Nacionales de la Usac, considera que es necesario fiscalizar y seguir de cerca los vínculos entre empresarios del subsector eléctrico y las autoridades de ese ramo, y a la vez transparentar la forma en que se establecen las tarifas de la energía.
“Es antiético y especulador que se diga no van a subir los precios este año porque el año pasado le subimos más de la cuenta”, dice Martínez. “Es un comportamiento rechazable. Tratándose de un mercado serio no debería de ocurrir, especialmente en un país como Guatemala, en donde la energía eléctrica es un servicio básico que afecta a una gran parte de la población que vive al nivel o por debajo de la línea de pobreza”, agrega.
Según el analista, “implica que le cobraron al consumidor más de lo que consumió, y de parte de las autoridades es antiético aprobar ese tipo de cosas, reflejan una incapacidad de controlar precios o pueden haber estado coludidos en estas medidas arbitrarias”.
“El Estado no tiene capacidad y nunca ha tenido la capacidad en la vigilancia de precios; no se ha visto una rebaja de la energía eléctrica y con esta situación de estabilidad de precios probablemente tampoco ocurra”, asegura Martínez.
Según Martínez, aunque se integren otras generadoras eléctricas, como las hidroeléctricas, no se tiene la garantía que el precio de la energía tenga una rebaja, porque también crece la demanda, y esencialmente porque los generadores privados no tienen interés en bajar el precio de sus servicios.