El Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM) hizo público su análisis sobre Muertes Violentas de Mujeres (MVM) en este país, correspondiente a febrero pasado, en el que se reporta una disminución de estos hechos, al igual que en enero; las víctimas en el acumulado de ambos meses suman 114, 42 menos que en el mismo período del año anterior.
La organización considera que esta reducción en las MVM es una noticia alentadora, aunque prematura a estas alturas del año; sin embargo, destaca que dada la reducción que se observa, la expectativa para 2014 es que la tendencia para el resto del año sea baja.
En cuanto a la regionalización de los hechos, GGM señaló que el departamento de Guatemala sumó en febrero 27 víctimas, 4 menos que en enero; en tanto que Escuintla, que había dejado de ser mencionado como el segundo departamento más violento después de Guatemala, en febrero volvió a ser clasificado en esa posición, con 6 MVM, y Petén, con 5, ocupa el tercer puesto.
El GGM subraya que los departamentos de Baja Verapaz, Retalhuleu, Sacatepéquez y Sololá, reportan cero muertes violentas de mujeres desde enero; Alta Verapaz y Quetzaltenango no registraron víctimas en febrero, aunque en enero tuvieron 4 y 3, respectivamente.
La entidad destaca que el ensañamiento constituye una manifestación de misoginia y forma parte del modus operandi; añade que esta no es la primera vez que hacen esta aseveración, referida a la forma como muchos victimarios perpetran la muerte de las mujeres, cosificando y trastocando sus cuerpos.
En ocasiones el modus operandi, cuando existe ensañamiento, no se limita a causar la muerte con un solo tipo de arma u objeto, sino además, realizan acciones para causar sufrimiento desmedido e innecesario, tales acciones denotan deliberación y una forma inhumana y cruel de actuar contra la víctima, señala el estudio.
Finalmente, el GGM recuerda que corresponde a la Coordinadora Nacional para la Prevención de la Violencia Intrafamiliar y contra la Mujer (CONAPREVI), la articulación de las entidades que juegan un papel en la prevención, atención y sanción de la violencia contra las mujeres y por tanto es imperiosa, su reactivación para cumplir con su mandato legal y avanzar en el conocimiento especializado, para coadyuvar oportunamente a la política pública; ya no podemos esperar más porque la VCM y el femicidio son problemas en aumento, que requieren de acciones coordinadas, focalizadas y sobre todo bien fundamentadas en el conocimiento de la realidad y complejidad social que rodea a las mujeres.