La historia de Salvador Sánchez Cerén, quien se perfila como nuevo presidente de El Salvador, es de lucha y sacrificio de un maestro rural que comenzó su vida revolucionaria defendiendo en las calles al gremio de educadores y que luego se fue a la montaña para incorporarse a la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, se convirtió en uno de los cinco comandantes que dirigieron la guerra y que firmaron la paz.
El ex comandante Sánchez Cerén del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional tuvo 1.495.815 votos, 50,11%, mientras que Norman Quijano, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista logró 1.489.451 votos, 49,89%, lo que implica una diferencia de 6.364 votos a favor del partido de los ex guerrilleros.
El Frente buscó llegar al poder por las armas, pero luego de años de guerra se decidieron por el diálogo de paz. Comenzaron a jugar en el campo electoral y fue hasta el 2009 que ganaron las elecciones con el experiodista Mauricio Funes, un hombre de «izquierda light», que nunca fue guerrillero.
Ahora Sánchez Cerén, conocido como el comandante Leonel González, que tiene como referencia al presidente uruguayo, José Mujica, está cerca de convertirse en el primer guerrillero que gobernará El Salvador «un hombre de la casa, un purasangre» que nunca abandonó sus ideales revolucionarios y que promete un país con igualdad, con un gobierno que esté al servicio de los más pobres.
«Mujica es un ejemplo de presidente a seguir porque trabaja en dos ejes: el desarrollo y la inversión social», respondió cuando periodistas le preguntaron si buscaría seguir el ejemplo del extinto presidente venezolano Hugo Chávez.
La derecha salvadoreña ha insistido que Sánchez Cerén y el Frente representan los intereses del gobierno de Venezuela y quieren implementar en El Salvador el socialismo del siglo XXI del que habló Chávez.
Pero les responde que «El Salvador no es, ni puede ser Venezuela».
«Él guarda los principios revolucionarios, es un purasangre, que nació con el partido, pero que no está anclado en el pasado», dijo a The Associated Press, Miguel Montenegro, de la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador.
El candidato ganador de las elecciones promete «garantizar los derechos negados al pueblo por todos los gobiernos anteriores, crear más empleos con mejores salarios, combatir la delincuencia de modo inteligente, con todas nuestras fuerzas, y profundizar los buenos y verdaderos cambios en la vida de las salvadoreñas y los salvadoreños».
Noveno de 12 hijos de Alonso Antonio Sánchez y Dolores de Sánchez, él carpintero y ella dedicada a la venta de alimentos, Sánchez Cerén tuvo una infancia de mucho sacrificio como muchos hogares de El Salvador, pero se graduó de maestro a los 19 años de edad.
Sánchez Cerén está casado con Rosa Margarita Villalta de Sánchez, con quien procreó cuatro hijos.