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La detención de Hipólito Mora, quien se había convertido en uno de las caras conocidas del movimiento de autodefensas, ocurrió en un momento en que el gobierno federal trata de atemperar un diferendo entre facciones de este movimiento una vez que el cártel del narcotráfico los Caballeros Templarios ha sido obligado a replegarse.

Fiscales del estado de Michoacán afirmaron que Mora fue detenido el martes después de que testigos dijeran a investigadores que él y otros miembros de su grupo participaron en los homicidios perpetrados el fin de semana en la localidad de Buenavista.

Los fiscales dijeron en un comunicado que los cadáveres quemados de las víctimas fueron encontrados el sábado.

Previamente Mora se había deslindado de cualquier responsabilidad en esas muertes.

El titular de la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo, dijo que los fiscales tienen 48 horas para presentar las acusaciones contra Mora o dejarlo en libertad.

Mora es uno de los fundadores de los grupos de autodefensa (civiles armados) que surgieron hace un año después de que él y otros residentes se hartaran de un cartel narcotraficante que les exigía pagos de protección.

Mora había mantenido un enfrentamiento con Luis Antonio Torres González, conocido como «El americano» porque creció en Estados Unidos, por el liderazgo del pueblo de La Ruana.

Torres dijo a medios locales que los dos hombres asesinados eran parte de su grupo.

La confrontación revivió los temores de que el gobierno haya creado un monstruo al permitir que unos 20.000 civiles armados se encarguen de aplicar la ley en Michoacán sin que verdaderamente se sepa quién está detrás del movimiento.

Los líderes de las autodefensas señalan que reciben contribuciones de productores agrícolas y empresarios pero hay preocupación de que algún cártel rival, intereses personales y cacicazgos locales también tengan participación en el movimiento.