El debate sobre la construcción de un «socialismo petrolero» en Venezuela centra una conferencia de movimientos sociales por la unión latinoamericana y caribeña en Caracas, entre advertencias contra un retorno al estatismo burocrático y autoritario.
El ex canciller y embajador de Venezuela en Cuba, Alí Rodríguez, planteó en uno de los foros del encuentro –que reúne a líderes sociales e intelectuales de izquierda del continente– que el singular socialismo que se construye en Venezuela estaría basado en la renta petrolera.
«Una cultura del reparto de la renta petrolera es uno de los mayores problemas» que tiene la construcción del socialismo en Venezuela, dijo en la reunión denominada VI Cumbre Social por la Unión Social latinoamericana y del Caribe, que se desarrollará en Caracas hasta el sábado.
El diplomático hizo un análisis sobre la idea del presidente Hugo Chávez, quien afirma que en Venezuela se construye un «socialismo petrolero».
La nueva política fiscal permitió este año ingresos adicionales de 5.800 millones de dólares en la industria petrolera, afirma Chávez.
La condición de país petrolero creó en Venezuela «el más poderoso capitalismo de Estado en toda América Latina», producto «no de la sobreexplotación sino de la renta petrolera», dijo el embajador, quien también fue presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
La pregunta que debe hacerse en Venezuela es: «Â¿Existe un socialismo rentista?», planteó Rodríguez la noche del miércoles en el foro «La democracia y el socialismo del Siglo XXI», en el cual participó el titular del poder Legislativo de Cuba, Ricardo Alarcón.
El ex guerrillero izquierdista en los años 60 y 70, conocido por su sólida formación intelectual, advirtió que la renta petrolera mediante impuestos a las trasnacionales generó en la sociedad «una rebatiña por los recursos que vienen del Estado».
El sociólogo español Juan Carlos Monedero, de la Universidad Complutense de Madrid, advirtió que «al revolucionario más revolucionario, una vez que se convierte en ministro, la propia lógica de ese ministerio le roba parte de la condición de revolucionario».
Monedero, quien dirige un programa en el gubernamental Centro Francisco de Miranda, recordó que en la ex Unión Soviética el partido «fue gestionado por seres humanos sobre miles de afiliados sin conciencia, sin instrumentos para defenderse».
El académico arrancó aplausos cuando advirtió que en la ex Unión Soviética «disentir del partido era disentir del Estado», dominado por «una gerontocracia o gobierno de los ancianos, cuando el partido se alejó de la ciudadanía».
Afirmó que después de superar la fase «paleativa» para pagar la deuda social con un componente «populista», Venezuela es una mezcla de «capitalismo de Estado» con «socialismo de mercado», como la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA) de integración regional y las «empresas socialistas».
En el marco de un debate de más de tres horas, el titular del poder Legislativo de Cuba dijo a la AFP que «el tema requiere ser analizado de manera más sosegada, más calmada, con más tiempo».
El académico español «hizo algunas observaciones muy agudas, pero realmente no es fácil, hay que tratar de estudiar bien los problemas antes de sentirse en capacidad de emitir juicios de valor», atajó Alarcón.
Sobre el «socialismo rentista» planteado por Rodríguez, Alarcón admitió: «No tengo respuesta para eso, porque la experiencia cubana no tiene que ver nada con eso».
El líder cubano negó que en Cuba exista una «gerontocracia» porque «se han incorporado las nuevas generaciones».
Alla Glichicova, del Instituto de Estudios sobre la Globalización y Movimientos Sociales de Rusia, dijo a la AFP que el dilema de Venezuela se da en una transición «más hacia un socialismo estatal que hacia un socialismo orientado por la sociedad civil».
«La preocupación es que está basado en los deseos de Chávez (…), en una cultura política paternalista heredada de la era post colonial», explicó.