ONU acusa a rebeldes sirios de crímenes contra la humanidad


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Los investigadores de la ONU acusaron hoy por primera vez a rebeldes sirios de cometer crímenes contra la humanidad, además de señalar que un cuarto de millón de personas viven bajo constantes bombardeos y ataques en zonas asediadas de Siria.

Ginebra, Agencia dpa

La Comisión para Siria del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, sólo había acusado previamente al régimen de Bashar al Assad de cometer crímenes contra la humanidad.

Pero en el nuevo informe presentado hoy, la comisión afirma que varios grupos islamistas rebeldes detuvieron y torturaron a civiles kurdos de forma sistemática en la provincia de Al Rakka.

Según la comisión, presidida por el diplomático brasileño Sergio Pinheiro, hay evidencias de que el grupo Estado Islámico de Irak y Siria, el Frente al Nusra, la brigada Ahrar al Sham y el batallón Shahid Walid Al Sukhni tienen centros de detención y tortura.

«Los actos cometidos por los grupos armados no gubernamentales citados en áreas bajo su control contra la población suponen torturas y tratos inhumanos y son crímenes de guerra y, en el contexto de (Al Rakka), crímenes contra la humanidad», afirmó la comisión. También acusa a grupos rebeldes de reclutamiento forzoso de niños.

Las fuerzas gubernamentales y sus milicias aliadas continuaron también cometiendo de forma sistemática asesinatos, torturas, violaciones y desapariciones masivas, denuncia el informe.

Las tropas leales al presidente cometieron crímenes de guerra sobre todo en Alepo y otras ciudades, mediante bombardeos masivos y el lanzamiento de bombas de barril sobre zonas residenciales, y ni siquiera mostraron compasión con los heridos que buscaban ayuda, explica el grupo de expertos.

La Comisión para Siria destacó también que unas 250 mil personas viven bajo constantes ataques en zonas asediadas y que ambas partes en conflicto les niegan el acceso de ayuda humanitaria, alimentación y suministro de medicinas. A los afectados sólo les queda al final «elegir entre la capitulación o morir de hambre», apunta el informe.

Tanto gobierno como rebeldes practican la táctica del asedio, pero sobre todo son las tropas de Bashar al Assad las que lo llevan a cabo, explican los expertos.

El informe no prevé un próximo cese de la guerra, dice que pide a «los países que tienen influencia en las partes en conflicto que hagan algo para que éstas cumplan con las exigencias del derecho humanitario».

La comisión apunta además que los grupos de islamistas radicales han arrinconado a otros opositores más democráticos y que los intentos para lograr una estrategia común contra Al Assad quedaron enterrados por las rivalidades y disputas entre los grupos rebeldes.

 Uno de los motivos de la fortaleza de los grupos cercanos a Al Qaeda, que quieren convertir a Siria en un Estado islámico, es el «apoyo financiero selectivo por parte de algunos gobiernos», reza el informe sin dar nombres.

El informe se elaboró entre el 15 de julio de 2013 y enero de 2014 en base a pruebas recopiladas y 563 entrevistas con testigos, ya que a los expertos se les negó la entrada en Siria.