Corrupción no afecta colocación de bonos u otorgamiento de préstamos


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Los bancos, ya sean nacionales o internacionales, comerciales o multilaterales, no evalúan la corrupción en el Estado antes de prestar recursos o comprar deuda a Guatemala, pues aseguran que no es su labor controlar el buen manejo de los recursos del Estado y se preocupan únicamente en el riesgo financiero. Los negocios son eso… negocios.

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POR CINDY ESPINA
cespina@lahora.com.gt

El Ministerio de Finanzas Públicas indica que la deuda pública llegó en 2013 a Q104,863.22 millones, lo que supone un incremento de Q7,919.12 millones en comparación con el año anterior. Para 2014 el Ejecutivo tiene previsto adquirir Q8 mil 172.4 millones más en deuda respecto a 2013 y así elevar los compromisos financieros del Estado a Q113 mil 035.62 millones.

Guatemala ha adquirido el endeudamiento mediante bancos multilaterales regionales que están concentrados en proyectos de desarrollo, y los bancos privados o comerciales, que compran deuda al Estado de Guatemala sin importar en qué proyecto serán ejecutados los fondos comprometidos; en ambos casos, los intereses representan importantes beneficios para las entidades financieras.

Sin embargo, las entidades bancarias prestan y compran deuda estatal obviando el serio problema de la corrupción, que implica que los fondos adquiridos con endeudamiento no siempre llegan a quienes los necesitan y pueden estar involucrados en ilícitos.

Guatemala ocupa el puesto 123 de 177 países del ranking de percepción de corrupción 2013 de la Organización Internacional de Transparencia, y aunque esa cifra no es un indicador claro de la corrupción estatal, sí da una dimensión del problema. ¿Debería ser un llamado de atención para reconciliar la ética con las finanzas?

NO ES NUESTRA COMPETENCIA

El presidente de la Asociación Bancaria de Guatemala (ABG), Luis Samayoa, dice que no se trata de un desinterés por la corrupción entre los banqueros, pero asegura que el indicador de percepción de corrupción -el único que existe sobre el problema-   no es vinculante al momento de que un banco decide comprarle deuda al Estado, pues consideran que controlar el uso y manejo de los recursos públicos no es su tarea.

Esa tarea es exclusiva de la Contraloría General de Cuentas de la Nación (CGCN), pues según la Constitución, tal institución es el ente fiscalizador y en eso no tienen nada que ver los bancos, indica el financiero.
 
De acuerdo al representante de la ABG, a los bancos les preocupa que al momento de comprar deuda, esta tenga certeza jurídica, es decir, que tenga el dictamen favorable de la Junta Monetaria (JM) que garantice a las entidades bancarias que Guatemala todavía tiene capacidad de pago y, por supuesto, que tenga la aprobación con mayoría calificada del Congreso, que es el principal requisito legal.

El diputado Álvaro González Ricci de la bancada Compromiso Renovación y Orden (CREO), que tiene 20 años de experiencia en la banca nacional e internacional, señaló que efectivamente a los entes bancarios sean nacionales o internacionales poco les interesa los altos índices de corrupción en el país, pues lo que principalmente evalúan son los riesgos que pueden tener si compran bonos, en caso de la banca comercial o si son para programas para desarrollo, en caso de los multilaterales, aunque no reparan en temas como la transparencia y calidad del gasto.

Ricci detalló que los bancos no suelen ver riesgo en prestarle al país, ya que los títulos de deuda que emite el Estado son catalogados como los de “primer orden”, esto por la certeza jurídica que poseen, pues son dictaminados de forma favorable por la Junta Monetaria después de un estudio macroeconómico y de la capacidad de pago y que, además, son aprobados por el Organismo Legislativo, quienes a su vez están cumpliendo un mandato constitucional.

El congresista manifestó que otra razón por la cual los bancos no ven riesgos y terminan por comprar bonos al Estado es porque se ofrece una tasa de interés “atractiva” que oscila por arriba del cinco por ciento.

DIFERENCIAS EN CONTROLES

En cuanto a los controles sobre el destino de los fondos que los bancos otorgan a los gobiernos mediante préstamos o compra de bonos, el exministro de Finanzas Públicas, Edgar Balsells indicó que la banca multilateral, que sólo tiene como fin implementar programas de desarrollo en los países a los que les presta, son los que más controlan el destino de los fondos.

Balsells explicó que esta clase de bancos sí tienen personas que velan por la transparencia de los fondos, con el fin de garantizar que los fondos sean invertidos en el proyecto de desarrollo local.

De acuerdo a Ricardo Barrientos, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) y exviceministro de Finanzas Públicas, expresó que estos bancos sí podrían tomar la decisión de no prestarle dinero a Guatemala, para proteger los intereses de los ciudadanos, pero esta situación sería extrema y muy extraña.

En cuanto a la banca comercial, Balsells dijo que no tienen herramientas de control para seguirle la pista a los fondos que los gobiernos obtienen después de vender títulos de bonos, ya que las entidades bancarias solo se preocupan porque Guatemala les pague y, además, porque esta clase de deuda no tiene un destino específico, y aunque se sabe que es para inversión, no se conoce en qué proyecto se erogarán los recursos.

El representante de la ABG insiste en que no es su responsabilidad cuidar la calidad del gasto de los fondos que se prestan a los gobiernos, ya que existe una relación de respeto y asegura que no dejarían de comprarle bonos a Guatemala sólo porque existe una alta percepción de corrupción.

SON NEGOCIOS

Barrientos indicó que los bancos no toman posturas moralistas y éticas al momento de comprarles deuda a los gobiernos señalados de corrupción, pues ven la transacción como lo que es, “un negocio”.

Si se ponen a razonar todas las situaciones de falta transparencia y mal uso de los recursos nunca harían negociaciones con Guatemala, lo cual a los banqueros no les conviene por las altas tasas de intereses que pueden obtener con el Estado.

El diputado González Ricci manifestó que los bancos nunca tomarían una postura moralista con base a la percepción de corrupción en los gobiernos, porque no es de su competencia velar por esa situación, y que, además, que esa posición evitaría que se dieran los negocios, que son la razón de ser de los bancos.

En cuanto a esto Balsells opina en la misma línea del congresista y el exfuncionario y agregó que los banqueros sólo velan por sus negocios y que ellos, por su experiencia aseguró que nunca han cuestionado a los gobiernos sobre la percepción de corrupción y que siempre se han mantenido al margen de eso, pues lo único que les interesa es que el Estado tenga capacidad de pago para seguirse endeudando.

La Hora ha intentado contactar a las organizaciones bancarias multilaterales, pero no se ha conseguido respuesta.

“LOS CORRUPBONOS”

Durante el gobierno del expresidente Alfonso Portillo se dio el caso que los banqueros nacionales llamaron “corrupbonos”. En esta época la banca privada nacional se negó a comprarle bonos al gobierno de Portillo, pues según los mandatarios de los bancos había mucha corrupción en la gestión.

Para los exfuncionarios consultados, esto se dio por problemas más de orden político que los banqueros tenían con el gobierno de Portillo y por esa razón el exgobernante tuvo que colocar los bonos en la banca comercial internacional.

El último caso en que los bancos condicionan adquirir compromisos con el país, es el que se acaba de suceder porque los Estados Unidos condicionó la ayuda a Guatemala hasta concretar el resarcimiento a todas las personas dañadas por la construcción de la hidroeléctrica de Chixoy.

Si no se resuelven todos los casos de adopciones pendientes, el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) podrían no emitir préstamos a los gobiernos que lo soliciten.

Es por esto que el presidente del BID, Luis Alberto Moreno visitó Guatemala hace tres semanas para reiterarle el apoyo a Guatemala, pero que se concluyó que el BID no daría nuevos préstamos y que la forma en que se financiaría el resarcimiento a los afectados de la construcción de la hidroeléctrica de Chixoy serían mediante la reorientación de créditos que Guatemala tiene con el BID y que tienen poca ejecución.

DEUDA PÚBLICA

2012    Q  96,944.10 millones
2013    Q104,863.22 millones
2014    Q113, 035.62 millones*

El representante de la ABG insiste en que no es su responsabilidad cuidar la calidad del gasto de los fondos que se prestan a los gobiernos, ya que existe una relación de respeto y asegura que no dejarían de comprarle bonos a Guatemala sólo porque existe una alta percepción de corrupción.

BID
Es por esto que el presidente del BID, Luis Alberto Moreno visitó Guatemala para reiterarle el apoyo a Guatemala, pero la entidad no daría nuevos préstamos si Guatemala no cumple sus compromisos con las víctimas de Chixoy

DIPUTADO
Los bancos evalúan los riesgos que pueden tener si compran bonos, en caso de la banca comercial o si son para programas para desarrollo, en caso de los multilaterales, dice El diputado Álvaro González Ricci.