Los orí­genes de nuestra civilización


í“scar Enrique Alvarado S.

En este pequeño trabajo presentaré el origen de la civilización que emprendió la conquista, -para muchos la invasión-, la otra parte que se refiere a los pueblos indí­genas será motivo de un estudio por separado.

Roma fue tomada por los pueblos bárbaros en el año 476 d C. su grandeza provino de Grecia, Asia Menor, Siria y Egipto. Con el correr de los años el helenismo y el cristianismo fueron parte del legado cultural que se expandió por casi todo el mundo conocido. Durante siglos Constantinopla atrajo a comerciantes que se aventuraban por el mar Negro y que llegaban del Mediterráneo. En Rodas surgió un Derecho marí­timo siendo estudiado en lugares tan distantes como Moscú en donde también fue aceptado el cristianismo ortodoxo.

Constantinopla dio origen a un arte propio, con gran riqueza cultural y material ya que las obras de los filósofos griegos encontraron resguardo en sus bibliotecas. En lo militar logró contener el avance de los turcos, pero en 1453 no pudo ante el empuje de los turcos otomanos y la ciudad fue tomada por Mahomet. La célebre Iglesia Santa Sofí­a quedó convertida en mezquita. En ese año los historiadores fijan el final de la Edad Media.

El prestigio comercial de Bizancio le dio vida a Londres, Brujas, Lubeck, Génova y Venecia. Aún próxima a desfallecer Constantinopla era maestra en el arte de levantar cúpulas, crear mosaicos, aplicar el Derecho marí­timo rodense, realizar manuscritos y otras muestras de la ciencias.

Turcos y mongoles crearon imperios y se apoderaron de la mitad del mundo. Los pueblos chinos expulsaron a los mongoles de Pekí­n. En Austria los turcos fueron detenidos porque eran culturas militaristas.

Pero las enseñanzas provenientes de la antigua babilonia, del helenismo y del Derecho Romano fueron las bases de Francia, Inglaterra y España. Bizancio fue un faro en el arte para Asia y Europa.

En el siglo VII el comercio por el Mediterráneo partí­a de Constantinopla, Asia Menor, Siria y Alejandrí­a. En el siglo XV con la caí­da de Constantinopla en 1453 el comercio internacional fue dirigido desde Cádiz y Barcelona.

Es importante este estudio ya que habiendo España conquistado tierras en América y creando colonias, el origen del poderí­o español proviene de civilizaciones antiguas.

En España las uniones reales hicieron que por muchos años dominase la Casa de los Habsburgo, lo que hizo de Carlos V un monarca poderoso con colonias en casi todo el mundo conocido. Su abuelo Fernando de Aragón, ya muy enfermo se enfrentó al gran problema de la sucesión por el trono.

Los caminos de la seda y de las especias fueron por muchos años lo que unieron comercialmente a Europa y el Asia. Aun siendo Constantinopla la capital de los otomanos las galeras venecianas frecuentaron la ciudad para recibir la mercaderí­a que llegaba de China.

Surgió una fase más del capitalismo y las ciudades cobraron importancia: Marsella, Cádiz, Barcelona, Liga Hanseática teutónica, Moscú, Kiev, Brujas, Londres, Amberes y naturalmente Constantinopla.