Pensar a través de la literatura


EDUardo-Blandon-2013

¿Por qué los latinoamericanos somos muy dados a la literatura? ¿Qué hacen estas tierras que hayan generado tantos escritores de renombre y estatura universal? Son preguntas, a mi manera de ver, interesantes y en las que se han enfrascado algunos estudiosos tratando de acertar la vena literaria del hombre americano.

Eduardo Blandón


De los griegos se decía que el cultivo de la filosofía tenía que ver con su carácter especulativo.  Eran muy dados al pensamiento, abiertos a la naturaleza, curiosos, algunos introvertidos, pero sobre todo grandes viajeros. Esto les permitía imaginar mundos alternos y plantearse problemas que sistematizaron y dieron origen a la cultura occidental.

Los romanos eran más prácticos, se dice.  Les interesaba la filosofía, pero no la especulativa, sino la ética. No eso de si el ser es y no puede no ser, sino el problema de la felicidad. Es en Roma donde se desarrollan los grandes sistemas éticos y el lugar donde la filosofía se vuelve vida.  Quizá por ello, por el carácter «sui géneris» de los romanos, crean el Derecho.

El hombre latinoamericano, se lee, no es particularmente especulativo, pero sí muy dado a la creación literaria.  Es desde esta trinchera que responden a los problemas del mundo.  Desde las letras se hace crítica social, se aproxima a la religión y se debaten las costumbres.   Es el arma de guerra preferida por los intelectuales.  ¿Ha habido filósofos? ¿Hay propuestas sociológicas? ¿Existe una crítica de la religión?  Por supuesto, pero comparada con el aporte de la literatura, creo que esos esfuerzos son aún modestos.

Luego, me parece que hay gran veta en el universo de la literatura que es preciso explorar.  Es desde esa creación onírica que debe descubrirse el pensamiento latinoamericano. Los intelectuales, particularmente quienes se dedican a las letras, tienen una tarea inmensa que consiste en el estudio hermenéutico de los textos. No hacerlo es un desperdicio que pagamos desde ya al no aportar a la solución de nuestros problemas.

Cada uno responde al misterio del ser según la naturaleza propia.  Los griegos y los romanos, para seguir el ejemplo, lo hicieron a su manera. Hacer literatura y no filosofía o teología o «ciencia dura» como le llaman algunos no es motivo de vergüenza y/o complejo.  También la creación de mitos, la manifestación del ser a través de la poesía o la ficción de una narración, tienen méritos de los que debemos sentirnos orgullosos.

Por ello, en contraposición de lo que muchos piensan, es necesario insistir en el estudio de las letras en la educación inicial y secundaria, no hacerlo significaría tratar de imitar absurdamente a lo que hacen algunos en otras partes del mundo y mataríamos al soñador que cada niño nuestro lleva dentro de sí.