«El Diario de Ana Frank» y numerosos otros libros sobre la joven víctima del Holocausto nazi han sido vandalizados en bibliotecas públicas en Tokio desde inicios de este año.
Los daños consistieron mayormente en páginas arrancadas. Los bibliotecarios han contado por lo menos 265 libros dañados en 31 bibliotecas municipales desde finales de enero.
Japón y Alemania nazi fueron aliados durante la II Guerra Mundial y aunque Japón ha sido escenario ocasional de actos de negación del Holocausto, el motivo del vandalismo no estaba claro. La policía está investigando.
El secretario del gabinete Yoshihide Suga dijo que el vandalismo era «vergonzoso» y agregó que Japón no tolerará tales actos. La Liga Antidifamación, un grupo de derechos civiles de Nueva York que combate el antisemitismo, elogió las palabras de Suga.
El director nacional de la Liga, Abraham Foxman, solicitó una investigación completa y pidió al gobierno japonés a «estudiar cuidadosamente si este acto de irrespeto a la memoria de millones de víctimas judías que perdieron la vida en el Holocausto requiere un nuevo examen de iniciativas educacionales sobre el Holocausto y el antisemitismo».
Dijo que aunque en Japón hay alguna historia «de antisemitismos periodístico y literario, este tipo de incidentes son en realidad muy raros». En las bibliotecas del distrito Nakano los vándalos al parecer dañaron los libros sin que los vieran cuando estaban en salas de lectura, dijo el funcionario municipal Mitsujiro Ikeda.
«Los libros relacionados con la señorita Ana Frank son claramente el objetivo y sucede en todo Tokio», dijo Ikeda el viernes. «Es escandaloso». En otra biblioteca todos los libros que fueron dañados se pudieron encontrar usando las palabras claves «Ana Frank» en una base de datos de Internet. Al menos una biblioteca puso a recaudo todos los libros relacionados con Ana Frank por protección, aunque los lectores los pueden sacar.
Ana Frank escribió su diario en un período de dos años cuando ella y su familia estaban ocultas en un apartamento secreto en Holanda ocupada durante la II Guerra Mundial. Después que alguien delató a la familia, los deportaron y Frank murió de tifus en un campo de concentración a los 15 años en 1945.
Su padre fue el único sobreviviente de la familia y publicó el diario, que se ha convertido en el documento más leído emergido del Holocausto.
El Centro Simon Wiesenthal, una organización judía de derechos humanos en Estados Unidos, emitió una declaración en la que calificó el vandalismo de campaña de odio y llamó a las autoridades japonesas a aumentar sus esfuerzos para encontrar a los culpables.