“El deber es un dios que no consiente ateos.” Víctor Hugo
Guatemala, es un país en el que se hace muy difícil generar debate de ideas, no porque no existan personas preparadas para el mismo, lo que sucede es que culturalmente no aceptamos que otros piensen diferente, en determinados círculos, incluso existe la burla al que tiene ideas novedosas, le ignoramos porque no le entendemos, y puede ser porque no queremos entenderle, pero no debe ser así, los grandes cambios se han logrado después de grandes debates, en los que las ideas han dado lugar a la deliberación con lógica, surgiendo importantísimos cambios, que han transformado la sociedad.
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Viene a colación lo anterior, porque la humanidad es cambiante, por lo que el Derecho, lo debe ser también, y como parte fundamental del Derecho: la Constitución, la nuestra es muy buena (Es mi criterio) pero fue estructurada por seres humanos, por lo tanto perfectible, además el momento histórico demandaba una Carta Magna como la que tenemos, pero después de tantos años, si es necesario realizar cambios en ella, con el objetivo de hacerla funcional, no solamente al momento que vivimos, también a largo plazo.
Al leerla o estudiarla, nos damos cuenta, que existen excesivos artículos en la misma, que han sido rebasados por el tiempo, sumado a ello, otros importantísimos que no se desarrollaron en su parte orgánica, para hacerla práctica con los tiempos actuales, por ejemplo es necesario revisar concienzudamente, apartándonos de ideologías y utilizando el raciocinio, la función del ejército en tiempos de “Paz”, ya que no la hemos logrado a pesar de haberla suscrito y firmado, pero el esquema de la entidad no puede mantenerse igual, revisando el presupuesto se le asigna una cantidad considerable a la institución armada, fondos que podrían ser redistribuidos en Ministerios específicos como el de La Mujer, y otro de los Pueblos Indígenas, así como revisar una asignatura pendiente para la sociedad en general, como es la Salud Pública, la que es considerada Bien Común, garantizada en la Carta Magna, y reconocida expresamente en el artículo 95 de la misma Constitución como un Bien Público, imagínese amigo lector, la salud es un Bien Público, sin embargo, ningún artículo constitucional de los que garantizan la salud, ordena crear una ley, para desarrollar y obligar bajo sanción, al Estado la falta del tan preciado bien ¿Qué sucede? Lo mismo que con todo lo que no es coercitivo, si no se exige no se cumple, por ejemplo el Hospital de más reciente construcción en la ciudad capital, es el Hospital Roosevelt inaugurada su primera sección, que fue la de maternidad en diciembre de 1955, ¿Cuánto ha aumentado la población desde aquella fecha? Mucho en comparación con la falta de hospitales públicos, ¿De quién es la responsabilidad de que no existan más hospitales? De todos los gobiernos que no han cumplido con la protección de este Bien Público, ya que la Constitución quedó muy amplia en ese entonces, porque en una cultura como la nuestra, lo que no es coercitivo no se cumple, desgraciadamente.
El problema no es solamente de salud, también lo es de educación, vivienda, entre otros bienes esenciales, ¿Qué el Estado no debe ser paternalista? Estoy de acuerdo, pero que debe brindar los servicios básicos para el desarrollo de la sociedad, también es cierto, porque uno de los mayores problemas que afronta la población, no es solamente la falta de oportunidades, es también la falta de preparación para esas oportunidades.
La Constitución se encuentra compuesta de dos partes la dogmática, en donde se encuentran establecidos todos nuestros derechos mínimos, y la parte orgánica que contiene todas las instituciones físicas y legales para hacer funcionar la parte dogmática, pero, de nada sirve que la primera parte sea garantista, si la parte estructural no permite el desarrollo de la misma, por eso mismo, y mucho más sí es necesario una reforma constitucional…. Continuará