Arabia Saudita anunció hoy que enviará una misión diplomática a Irak y rechazó críticas norteamericanas acusándola de no hacer nada para ayudar a estabilizar la situación en ese país, víctima de la violencia, sobre todo contra Estados Unidos.
«Para apoyar al gobierno iraquí (…), nosotros hemos decidido enviar una misión diplomática del ministerio de Relaciones Exteriores para ver cómo establecer nuestra embajada en Bagdad», declaró el ministro saudita de Relaciones Exteriores, Saud Al Faisal.
«Nosotros hemos manifestado el deseo de trabajar de cerca con el gobierno iraquí respecto a las medidas de seguridad, en particular la lucha contra las actividades terroristas», agregó el príncipe Saud.
El Canciller hizo estas declaraciones durante una conferencia de prensa conjunta con la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, y el secretario de Defensa, Robert Gates, quienes terminan una visita a Yeda, en Arabia Saudita, en el marco de su gira regional.
La embajada saudita en Bagdad cerró en diciembre de 1990. Los dos países restablecieron sus relaciones diplomáticas en julio de 2004, después de la invasión a Irak liderada por los norteamericanos y la caída del régimen de Saddam Hussein. Sin embargo, la legación no volvió a abrir debido a la inseguridad.
Rice se congratuló de esta decisión, recordando que Washington había alentado a los países vecinos de Irak a desarrollar sus relaciones diplomáticas con el gobierno del primer ministro Nuri al Maliki.
Por otra parte, según altos funcionarios norteamericanos no identificados citados a fines de julio por The New York Times, Estados Unidos acusa a Arabia Saudita de tratar de debilitar al gobierno financiando a grupos sunitas en Irak.
«Todo lo que podemos hacer para proteger las fronteras saudo-iraquíes, lo hemos hecho (…). Lo que necesitamos ahora es del otro lado de la frontera. Les aseguro que el paso de terroristas es de Irak hacia Arabia Saudita, y no a la inversa», respondió el canciller saudita.
«El reino continúa apoyando los esfuerzos regionales e internacionales destinados a restablecer la estabilidad en Irak (…). Pero el éxito de esos esfuerzos depende de la realización de la justicia social y de la unidad nacional entre las diversas comunidades (…) y los grupos políticos en Irak», insistió.
El martes, Condoleezza Rice logró en Charm el Cheij (Egipto) la promesa de los aliados árabes de Estados Unidos de ayudarlos a estabilizar Irak.
Mientras Robert Gates viaja a Kuwait, la secretaria de Estado norteamericana es esperada en Israel, donde entre otros se entrevistará el jueves con el primer ministro, Ehud Olmert.
Las conversaciones de Rice estarán centradas en la propuesta del presidente estadounidense George W. Bush de organizar a fines de año una reunión internacional de paz para Oriente Medio.
La gira de Condoleezza Rice y de Robert Gates estuvo precedida por el anuncio, el lunes pasado, de contratos de ayuda militar de más de 60.000 millones de dólares para los socios árabes de Estados Unidos e Israel.
Esos proyectos prevén el suministro de armas por 13.000 millones de dólares a Egipto, 30.000 millones de dólares a Israel y 20.000 millones de dólares a Arabia Saudita. Otros países del Golfo también recibirán cantidades importantes.
Saud Al Faisal, príncipe de Arabia Saudita.