La compañía británica British Airways deberá pagar una multa récord de 180 millones de euros por haber acordado con su rival Virgin Atlantic los recargos a aplicar a los billetes de avión para reflejar el alza del precio de combustible entre agosto de 2004 y enero de 2006.
British Airways (BA) aguardaba asimismo ser multado por el departamento de Justicia estadounidense por el mismo caso el miércoles de noche.
Según BA, el total de multas debería reflejar los ingresos que obtuvo gracias a este acuerdo, por 350 millones de libras, equivalente a un 20% más que su beneficio neto del año pasado.
La multa en el Reino Unido es la más fuerte jamás impuesta por la Oficina de Represión de Fraudes (OFT) en casos similares. «Muestra nuestra determinación a actuar vigorosamente contra este tipo de comportamiento», destacó la OFT.
Durante seis veces en el periodo mencionado, las dos compañías fueron acusadas de ponerse de acuerdo para elevar este recargo, argumentando la dificultad de enfrentar el alza del precio del combustible. Comenzaron por agregar 6 libras (9 euros o 18 dólares) por trayecto, para terminar con un alza de 30 libras (45 euros o 90 dólares) por trayecto, o sea 90 euros (180 dólares) ida y vuelta.
Virgin Atlantic, por el contrario, no será sancionada al beneficiarse de la medida de clemencia aplicada por la OFT a la primera empresa en colaborar cuando se ha implementado un acuerdo de este tipo.
El director general de BA, Willie Walsh, acusó el miércoles a «algunos individuos», miembros de la compañía, que serían culpables de colusión.
«Está claro que estoy muy descontento de que una actividad como esta haya podido desarrollarse dentro de British Airways», dijo a la radio BBC4, y condenó este comportamiento «inexcusable».
Sigue en pie una investigación penal que no incriminaría al personal de Virgin Atlantic para determinar las responsabilidades personales.
El director comercial de BA, Martin George, y el director de comunicación de la empresa, Iain Burns, ya abandonaron la compañía en octubre en el marco de este asunto.
Walsh aseguró que la clientela «no pagó indebidamente un impuesto», y agregó que «los recargos de combustible son un medio legal de compensar los costos». Desde que este caso salió a la luz, los recargos han sido aliviados.
El caso costará a la compañía en el Reino Unido cerca de un 1,4% de su facturación del año pasado, mientras que la multa podría alcanzar el 10%. Pero la OFT reconoció la cooperación de BA para aliviar la multa. Al igual, la multa esperada en Estados Unidos será asimismo el resultado de una transacción, indicó BA.
Al presentar las «excusas» de Virgin Atlantic y del presidente de Virgin Richard Branson, un portavoz de Virgin Atlantic saludó la velocidad de los abogados de la compañía que «tomaron la buena decisión (…) al ir a ver a las autoridades» cuando comenzó el caso.
También aseguró que el alza de precios transferida a los clientes cubría la subida de los precios del combustible.
Los analistas están inquietos por las consecuencias de otras investigaciones similares en curso para BA en Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. El título de BA bajaba en la Bolsa de Londres, pero menos que el índice Footsie-100 en su conjunto.