La guerra de cuarta generación


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En los tiempos modernos, las guerras ya no se libran únicamente a través de enfrentamientos bélicos, sino en el campo de la comunicación social.

El caso de Libia, país situado al norte de África, es un ejemplo de este fenómeno, al enfrentar una maquinaria propagandística encubierta, predisponiendo a la comunidad internacional para el derrocamiento del líder de esa Nación, Muamar el Gadafi, mediante una invasión de mercenarios.

Félix Loarca Guzmán


El objetivo era apoderarse de sus principales riquezas, particularmente el petróleo.

En ese escenario, como en el de la invasión armada en Guatemala en 1954, muchos medios internacionales de comunicación fueron utilizados para manipular la opinión pública con imágenes falsificadas de supuestas violaciones a los derechos humanos, a efecto de tener el pretexto para una intervención militar extranjera. 

En estos días, en Venezuela está en marcha un Golpe de Estado para derribar al gobierno del presidente Nicolás Maduro.  En este caso también se utiliza una matriz muy semejante, con focos de violencia, que según los funcionarios de ese país, son protagonizados por grupos financiados desde el exterior, para crear la percepción de una crisis social además del acaparamiento de productos de primera necesidad y altos niveles de inflación, para provocar la indignación del pueblo. 

Las denuncias del gobierno señalan que a nivel internacional se ha montado una gigantesca operación mediática, para transmitir la idea de una situación de violencia generalizada en todo el país, aun cuando se trata de actos de vandalismo impulsados por pequeños grupos de gente pagada con dólares focalizados en unos pocos lugares del territorio.

El filósofo argentino Fernando Buen Abad explicó en una entrevista por la televisión internacional, que lo que sucede en Venezuela, es parte de la guerra de cuarta generación, la cual se distingue porque ya no se conquistan territorios, sino se conquistan las mentes de los seres humanos, para apoderarse del petróleo y de los recursos naturales de los países que han escogido el camino de la verdadera independencia con respeto a su dignidad y soberanía.

Hay que recordar que Venezuela es actualmente el país con las mayores reservas petroleras y de gas en el mundo, que hasta hace pocos años eran explotadas por poderosas compañías transnacionales, llevándose las mayores ganancias hacia el exterior. Ahora la renta petrolera y del gas, se queda en Venezuela, y se destina para el desarrollo de programas sociales de gran envergadura como los de salud, educación y vivienda.

El Canciller de Venezuela, Elías Jaua, denunció que existe una campaña de desinformación internacional utilizando fotos e imágenes de actos de represión en otras partes del mundo como si estuvieran ocurriendo en ese país sudamericano, para denunciar supuestas violaciones a los derechos humanos.