“A cada uno su verdad” Luigi Pirandello
Vivimos en un mundo que cuenta con infinidad de barreras, culturales, ideológicas, de intereses, y en fin, existen demasiadas, según las circunstancias, prevalecen barreras que pueden causar la muerte, tal es el caso de Deisy García, a quien la barrera idiomática le costó la vida y la de sus dos pequeñas hijas, cuando lo único que ella buscó al salir del país fue hacer realidad el sueño americano, este se convirtió en una pesadilla de sangre.
Es difícil encontrar una cultura que no tenga un elemento o varios negativos, leía una noticia sobre Noruega, un país con una economía estable, cuando los demás vivimos en una debacle, un sistema social equilibrado, pero anualmente mueren más de doscientas personas a causa del consumo de drogas, Guatemala, tiene una microeconomía en trapos de cucaracha, un sistema social que permite que el 50 % de nuestros niños sufran de desnutrición, donde los asesinatos son el pan nuestro de cada día, y por qué no decirlo, también mueren por consumo de drogas, niños, jóvenes y adultos, la pobreza de todo tipo no nos deja salir adelante, y ante ese espectro de vida, muchos de nuestros jóvenes, principalmente del interior, creen que pueden ser los protagonistas del sueño americano, craso error, aunque existen excepciones, estas son salvedades, porque la regla, es llegar a un país sin conocer el idioma, vivir hacinados en un 90 % de los casos, con la esperanza de vivir la fantasía que nos venden las películas y las series de televisión.
Pero la cruda realidad es otra, un alto porcentaje de compatriotas trabajan en casas, en los campos, y realizando las labores más pesadas, con el agravante de que la mayoría no sabe inglés, y por lo tanto enfrenta varias barreras, 1) Es difícil confundirse con un nativo del país de Disney, ya que las diferencias raciales son más que evidentes, 2) “América para los americanos” es un viejo dicho que se aplica a la realidad, por lo que de entrada se estará en desventaja, 3) El idioma es una barrera inquebrantable, ya que es imposible darse a entender en un idioma del que se desconoce lo elemental.
La última barrera fue la que detonó la muerte de Deisy y de sus dos pequeñas hijas, ya que aunque el sistema de policía sea bastante eficiente, al presentar sus denuncias de maltrato por parte de su compañero de vida ¿O muerte? en español, simple y sencillamente las engavetaron, por lo que aunque el sistema sea proteccionista en los asuntos domésticos en relación a la mujer y los niños, poco o nada pudieron o quisieron hacer, ya que nadie se molestó en saber el motivo que llevó a esta joven madre a la policía, a poner una denuncia en contra de quien sería su asesino.
Hoy esta joven madre, engrosa el número de mujeres muertas en manos de quien creyeron las protegería, y sus niñas no alcanzaran a ser adolecentes, no se enamoraran, y no sabrá su familia cercana, si llegarían a tener una vida plena o no, porque no pudieron traspasar las barreras impuestas por las diferencias sociales, especialmente el idioma.
Mujeres mueren todos los días en manos de sus amantes verdugos, pero el caso de esta joven madre llama la atención, porque pudo ser protegida, y ella solicitó auxilio, pero varias barreras le quitaron la vida, no solamente el idioma, hay que sumar que somos y seremos reconocidos ante el mundo como mexicanos, o sea los del sur, porque señores, a cualquier país al que vayamos, ni siquiera identidad tendremos, a todos los latinos nos identifican como mexicanos, no porque ser de ese hermoso país sea malo, no, el tema es más profundo, es porque somos los de abajo, si los del sur, los que vivimos a caballo en el mejor de los casos, y en el peor corremos descalzos, ese es nuestro sino por el momento.