En el hospital Roosevelt hay contrariedad debido a que algunos sectores o áreas de ese centro asistencial desconocían la crisis.
Mientras otros servicios se quejaban de la escasez de medicamentos, escasez de camas, falta de equipo, servicios básicos deficientes y la mala compra en medicamentos (porque inclusive por no tener la dosis necesaria se recurre a veces a tirar el medicamento porque no se puede guardar en otros empaques), y la falta de personal para atender a tantas personas que asisten a dicho centro, otras áreas se daban el lujo de decir que no hay ninguna crisis, que están bien abastecidos con medicamentos. Mientras que en los pasillos se podía observar a las personas en camillas a la espera de un espacio, para poder ser atendidos.
De los 9 millones de quetzales, se espera que estos puedan contrarrestar la crisis hospitalaria; sin embargo, Roberto Herrera, secretario del Sindicato de Finanzas de la filial de Personal de Trabajadores de Salud (SFPTS), afirmó: «Se necesitan por lo menos entre 34 a 40 millones de quetzales para cubrir la crisis y así poder dar una atención integral en salud y restablecer normalmente los servicios».