El gobierno argentino pidió hoy «no manipular ni mancillar» el nombre del papa Francisco, a la vez que desmintió las versiones periodísticas de dos diarios de Buenos Aires que anunciaron una reunión en el Vaticano para «garantizar la paz social» en el país.
«El problema central es que cuando esta exposición, esta operación mediática, esta mentira y esta diatriba permanente involucra a la máxima figura de la Iglesia Católica, en realidad debe ser motivo de preocupación y también de reflexión», dijo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en su habitual rueda de prensa.
El diario «La Nación» indicó el domingo que «en medio de la tensión política y económica que llevó al gobierno de Cristina Kirchner a denunciar una conspiración de sectores del empresariado y de la oposición para forzar un acortamiento del mandato presidencial, el papa Francisco convocó a una reunión el 19 del mes próximo en el Vaticano de empresarios, sindicalistas y funcionarios del Gobierno».
Capitanich desmintió así la información que también difundió el diario «Perfil», que señaló que a fines de marzo se iba a producir en Roma, en el marco de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un encuentro entre el papa Francisco, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada y dirigentes gremiales y empresarios como una forma de brindar una señal que incentive el diálogo social.
El jefe de Gabinete pidió «no mancillar ni manipular» el nombre del Papa para realizar «operaciones mediáticas» y remarcó que los argentinos tienen «la capacidad suficiente para buscar acuerdos y entendimientos», sin necesidad de la convocatoria de una figura de ese calibre.
«No usemos falsamente su nombre para una operación mediática o un interés político determinado», reclamó el funcionario.
Tras la difusión de los periódicos, ambos críticos con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, el diario «Crónica» publicó una nota donde la periodista Alicia Barrios, de estrecha relación con el papa, negó la reunión.