Rebeldes sirios lanzaron una nueva ofensiva en la provincia de Alepo, en el norte de Siria, para capturar instalaciones clave del gobierno e irrumpieron en una importante sección de una prisión local, liberando a cientos de prisioneros en el proceso, dijeron activistas.
Mientras, continúa una campaña área implacable de las fuerzas gubernamentales que han dejado al menos 11 muertos en un vecindario que está en manos de la oposición en la capital provincial de Alepo. Los activistas dijeron que aviones del gobierno han lanzado las llamadas bombas barril, artefactos rudimentarios llenos de combustible, explosivos y trozos de metal que sirven de metralla.
Por lo menos 246 personas, incluyendo 73 niños, han fallecido en los últimos cinco días en bombardeos similares en la cuidad, de acuerdo con el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña.
El jueves, los rebeldes manifestaron su intención de liberar la prisión central de Alepo y la base aérea militar Kweiras, en el este de la ciudad. Los combatientes han tratado de capturar instalaciones durante meses.
Esta cárcel en particular, donde hay unos 4.000 internos, ha estado en medio del conflicto. Los rebeldes han sitiado la instalación durante casi un año. Han detonado coches bomba frente a sus puertas dos veces, lanzado granadas hacia dentro del complejo y se enfrentan frecuentemente con los guardias y militares que la resguardan.
El Observatorio dijo que fueron liberados unos 300 reos el jueves.
Por otra parte, se dio a conocer que el gobierno sirio llegó el jueves a un acuerdo con la ONU para permitir la evacuación de cientos de civiles atrapados en varias partes sitiadas de la ciudad de Homs, anunció la televisión estatal siria.
La emisora no dio otros detalles y atribuyó al gobernador de Homs, Talal Barrazi, haber dicho que la evacuación será «muy pronto».
Los rebeldes que ocuparon sectores antiguos de la ciudad han sido hostigados por las fuerzas del gobierno durante más de un año.
La evacuación fue uno de los temas de negociación durante las conversaciones de paz de una semana en Ginebra el mes pasado entre el gobierno sirio y el principal grupo opositor sirio apoyado por Occidente.
Homs, la tercera ciudad siria, ha sido una de las zonas más afectadas desde que comenzó el levantamiento contra el presidente Bashar Assad en marzo del 2011 y que ha dejado al menos 130.000 muertos. El bloqueo actual ha provocado severa escasez de alimentos en la ciudad.
El Observatorio calcula que 1.200 mujeres, niños y ancianos están atrapados en las áreas sitiadas del sector antiguo de Homs.