Las cuadrillas de servicios públicos trabajaban sin parar para restablecer el servicio eléctrico a cientos de miles de personas y negocios en Pensilvania y estados aledaños que siguen a oscuras y con frío el jueves, después de que una tormenta de nieve y hielo dejara sin luz a más de un millón de personas.
Una funcionaria de Pensilvania comparó el miércoles los daños con los que se esperarían de un huracán.
La segunda tormenta invernal de la semana en el noreste dejó más de 30 centímetros de nieve en algunos estados, obligó el cierre de escuelas, empresas y oficinas de gobierno, paralizó el tránsito aéreo y causó derrapes de vehículos y camiones en carreteras y autopistas resbalosas, una letanía de angustia ya conocida en un invierno donde las tormentas parecen tropezarse entre sí.
Una característica sobresaliente de esta tormenta fue la gruesa capa de hielo que cubrió árboles y cables de electricidad. La caída de cables por el peso del hielo causó la interrupción del suministro de energía. Y aunque la tormenta ya pasó, se prevé que sus efectos sigan durante días.
«La gente deberá tener paciencia en este momento», dijo el gobernador Tom Corbett al advertir que un nuevo descenso en las temperaturas durante la noche podría causar más problemas en los caminos el jueves. El gobernador emitió una declaración de emergencia por desastre, lo que permite a las agencias estatales utilizar los recursos y personal disponibles.
«El daño que estamos viendo en el campo con el número de árboles derribados, no sólo sobre el cableado, sino también bloqueando caminos y más, representan varios temas de logística», dijo Jennifer Kocher, portavoz de la Comisión de Servicios Públicos de Pensilvania. «El daño es muy similar a lo que vemos durante los huracanes».
En su punto álgido, la tormenta dejó a 849.000 usuarios sin electricidad en Pensilvania, la mayoría de ellos en condados alrededor de Filadelfia. Aunque es de tamaño considerable, no alcanzó a los más de 1,8 millones de usuarios que se quedaron sin luz después de la súpertormenta Sandy en 2012.
PECO, la principal empresa de servicios públicos del sur de Pensilvania, alertó que podría ser hasta el fin de semana cuando se restablezca el servicio para sus más de 431.000 clientes que estaban a oscuras el jueves por la mañana. FirstEnergy estaba reportando casi 49,000 y PPL más de 20.000.
En la vecina Maryland, unos 76.000 usuarios estaban sin electricidad y las empresas prevén que se restablecerá el viernes. En Nueva Jersey había al menos 7.000 sin luz.