Agua, electricidad, equipo médico, ambulancias, medicamentos, entre otros, es la solicitud que están haciendo los hospitales que se encuentran en alerta por la falta de éstos, y tal como lo han informado los medios de comunicación, la crisis que se vive actualmente se debe al poco presupuesto que éstos tienen y a la gran demanda que hay en algunos hospitales nacionales y departamentales, tal es el caso del San Juan de Dios, Roosevelt, El Progreso, Retalhuleu, Ixcán y Mazatenango.
Según el informe, todos afrontan problemas por exceso de pacientes, escasez de camas, hacinamiento en maternidad, falta de equipo en cuidados intermedios, y servicios básicos deficientes, sobre todo, agua escasa. Además, el personal es insuficiente. Siendo esta una de las causas principales para que los mencionados centros asistenciales se encuentren en crisis, y que no se dé la atención necesaria a los pacientes de los diferentes hospitales.
La contrariedad es notoria, con las palabras que expresara el mandatario í“scar Berger, en algún momento, al comentar: «Tenemos los recursos, estamos comprando. Nunca habían estado tan bien surtidos como ahora», que a simple vista esto es tan lamentable, porque solo basta ir a ver en las afueras de los hospitales cómo los enfermos esperan horas para poder ser atendidos y sin olvidar el calvario que también se vive allí adentro como paciente, tal es el caso de la señora Felipa Carlota Velásquez, hospitalizada en el San Juan de Dios, quien se encontraba a la espera de ser llevada a rayos x, y que le tomó más de media hora de espera frente a los ascensores debido a que uno de ellos se encontraba trabado y sin nadie que hiciera algo al respecto.
Y en donde además no podemos omitir el eslogan que el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social tiene, quedándole demasiado grande para la tan poca labor que se ve a diario en los hospitales, que dice: «Que les corresponde formular las políticas y hacer cumplir el régimen jurídico relativo a la salud preventiva y curativa; las acciones de protección, promoción, recuperación y rehabilitación de la salud física y mental de los habitantes del país, y a la preservación higiénica del medio ambiente».
Sin embargo, datos muestran que dicha cartera ha demostrado todo lo contrario en estas áreas, debido que en zonas urbanas y rurales se ha contemplado que las necesidades de salud son las menos atendidas y cada vez más decadentes. Debido a que en Guatemala no se tiene elaborado un plan específico que pudiera contrarrestar todas estas insuficiencias, según expertos en salud.