Una deuda pública con muchos riesgos y costos


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El Ministerio de Finanzas Públicas indica que la deuda pública llegó en 2013 a Q104,863.22 millones, lo que supone un incremento de Q7,919.12 millones en comparación con el año anterior. Analistas consideran que estos niveles de endeudamiento podrían llegar a ser insostenibles por la débil carga tributaria y la corrupción en la gestión pública, pero los políticos parecen no esforzarse para buscar una fórmula de saneamiento financiero.

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Cindy Espina
cespina@lahora.com.gt

Para el 2014 el Ejecutivo tiene previsto adquirir Q8 mil 172.4 millones más en deuda respecto a 2013 y así elevar los compromisos financieros del Estado a Q113 mil 035.62 millones.

Por otro lado, la recaudación tributaria incrementaría Q3 mil millones para llegar a alrededor de Q50 mil millones y de esa manera financiaría una parte del Presupuesto General del Estado, que recién ascendió Q68 mil 485.4 millones.

Aunque la capacidad de endeudamiento se mide frente al Producto Interno Bruto (PIB) que genera el país y la proyección para 2014 es de Q456 mil 576.0 millones, que no pareciera tan alarmante, analistas consideran que no hay garantías para que ese crecimiento se traduzca en más ingresos fiscales que den soporte a la deuda.
Calos Martínez, economista del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), opinó que ya no es muy fiable relacionar el PIB y los ingresos tributarios, y consideró que esa estimación pone en riesgo la sostenibilidad de la deuda a largo plazo.
En la misma línea, el diputado independiente José Alejandro Arévalo explicó que ya no solo se debe de tomar en cuenta el PIB al momento de considerar la capacidad de endeudamiento de Guatemala.
Cuando se otorga un préstamo se observan dos aspectos. “Uno es el PIB y lo otro son los ingresos. La pregunta ¿Cuánto gana?, es la parte que al Ministerio de Finanzas no le gusta que le recuerden”, dijo el legislador.
 
POR BAJA RECAUDACIÓN

Jonathan Menkos, director ejecutivo del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), dijo que es necesario reconocer que Guatemala no se puede endeudar demasiado, porque es un país con bajos ingresos tributarios y que esa es una clara limitante para adquirir compromisos financieros.

El diputado Álvaro González Ricci, subjefe de la bancada Compromiso Renovación y Orden (CREO), también consideró que la razón por la que Guatemala busca cada año un promedio de deuda de Q10 mil millones es por la baja recaudación.

A criterio del representante, el pago de los impuestos está reducido a un número muy pequeño de empresas y habitantes debido a la amplia economía informal que existe en el país y por esa misma razón Guatemala tiene el presupuesto más bajo de la región en comparación a su PIB.
De acuerdo a Martínez, cuando la deuda representa un 25 por ciento respecto a los ingresos tributarios se trata de un techo riesgoso y en vista de que los ingresos tributarios en el 2013 fueron «anémicos», resulta que Guatemala llegó al 22 por ciento de su deuda en comparación a la carga tributaria y eso es grave porque no hay perspectiva que los ingresos fiscales mejoren.
El analista de Ipnusac explicó que esto significa que los intereses y amortizaciones son mayores y cada vez el servicio de la deuda consume más recursos, por lo que los gastos normales del Estado cada vez son menos.
El riesgo se manifiesta en dos vías: La solvencia y la sostenibilidad de la deuda pública a largo plazo y se debilita la capacidades del Estado para financiar su propio gasto para su propio desarrollo.
Menkos indicó que la recaudación tributaria no mejora porque el Estado aún tiene pendiente el fortalecimiento de la Superintendencia de Administración Tributaria, porque se sabe muy bien que hay muchos espacios por donde se puede aumentar la recaudación.
“Creo que la SAT se ha acomodado a un nivel vegetativo de recaudación, no está aprovechando todos los cambios legales que se han dado, por eso creo que es un tema de fortalecimiento institucional”, señaló el analista de ICEFI.
En torno a esto, Martínez opinó que el problema de la baja recaudación es el deterioro de la política fiscal e indicó que mientras no se solucione, existirá la necesidad de endeudamiento.
“La política fiscal necesita ser corregida integralmente, tanto en el ámbito de los ingresos como en el gasto”, expresó el de Ipnusac.
 
EL FACTOR CORRUPCIÓN-EVASIÓN

Martínez también consideró que la baja recaudación y la necesidad de endeudamiento es debido a la corrupción y la evasión fiscal, porque a su criterio, hay comportamientos evidentes y consientes de permitirlas.

En este caso existen dos formas de ver la corrupción. Uno es desde lo privado, que presiona al funcionario del sector público para que le permita evadir, y del público, cuando el funcionario no registra los impuestos que recauda.

Pero no sólo en la recaudación fiscal se ve corrupción que genera niveles altos de endeudamiento; de acuerdo a Ricci estas anomalías también se ve en el gasto de la deuda, cuando existen sobreprecios y mala calidad en la obras de inversión.
 
Menkos opinó que no se debe satanizar el endeudamiento, porque aunque los niveles pueden ser alarmantes, aún son necesarios; el analista consideró que se debe combatir la corrupción, porque actualmente las instituciones públicas no tienen la capacidad de garantizar que  el dinero con el que se gasta la deuda son las mejores inversiones y que esos son los precios justos.

El congresista de CREO también considera que pese a los niveles altos de deuda, esta es necesaria para sostenibilidad del país e indica que el problema radica en que la deuda ya no se está usando para lo que está establecida por la mala calidad del gasto.

El diputado Arévalo dijo que siempre se ha hablado que el presupuesto de la Nación tiene dos caras, una que tiene que ver con los ingresos y la otra es de ver cómo se usa ese dinero; por lo que se tiene que fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas.
Según el ranking de la Organización de Transparencia Internacional, Guatemala se encuentra en el puesto 123 de 177 países calificados en  el índice de percepción de corrupción, por lo que sólo recibió 29 puntos de 100 en este aspecto.

OTRAS MALAS CALIFICACIONES

Los expertos mencionaron que además  del riesgo que el país refleja en cuanto al alto nivel de endeudamiento y la corrupción que existe en el uso de estos recursos también se podría evaluar que Guatemala es un país riesgoso por otras acciones de rango económico.

El diputado Arévalo explicó que otro aspecto que baja el índice de confianza es que gobierno no esté reconociendo las deficiencias netas del Banco de Guatemala  y que ya van dos años seguidos que no lo hacen y que esto le preocupa a los prestamistas, ya que esto es garante para ellos al momento de emitir un préstamo.
De acuerdo a Menkos otro aspecto que podría ser una señal de estrés para los que prestan al país,  es un incremento a las tasas de interés y que al final es el precio por el que corre la banca por prestar dinero.
Hasta ahora el país ha logrado honrar sus compromisos de deuda, pero que ya esto abarca mucho de la inversión del país, de tal modo que ya supera el 15 por ciento del presupuesto de la Nación.
Respecto a esto el diputado Ricci expresó que para que el Estado pueda cumplir con las necesidades básicas  la única forma de hacerlo es a través de la deuda y  que esto viene de décadas, por lo que actualmente el mayor porcentaje de deuda que se adquiere es para pago de servicio de esta, de tal modo que esta  ya no se está usando para inversión, sino que para pagar endeudamiento anterior.
NO VEN MALA CALIFICACIÓN
Según Ricci, a los bancos extranjeros que prestan al Estado poco les importa estas malas calificaciones; las instituciones, en su mayoría, no le prestan atención a la corrupción, pero algo que sí miden y les preocupa es que Guatemala no está cumpliendo con las obligaciones que tiene con el banco central y “eso sí es un problema para los prestamistas”.
En cuanto a los bancos locales “honestamente el mejor negocio para estos bancos es que el Estado les emita títulos de deuda”, ya que saben que a pesar de la corrupción y baja recaudación el Estado les pagará, por el fondo de amortización de la deuda que tiene el Banco de Guatemala.
En cuanto a esto, Menkos opinó lo mismo, pues consideran que los bancos tienen claro cuál es su negocio y ellos van a prestar dinero no importa como esté la situación de corrupción en el país al que le emiten créditos.
“Los bancos sólo ven si hay garantías de pago, o sea que el dinero regresará a sus cuentas”, declaró el de ICEFI. 
Es por esto que Martínez consideró que esta corrupción a nivel nacional o internacional  no asusta a los bancos y siempre ha sido así, pero que eso puede cambiar las cosas en términos de inversiones extranjeras, porque al país solo pueden venir “inversiones de mala calidad” porque “las inversión de buena calidad” se concentra en la solidez de un estado de derecho y aquí esto no sucede por la corrupción y el irrespeto a las leyes, lo cual se refleja en la permisibilidad de la evasión fiscal.

TOTAL DE LA DEUDA PÚBLICA
Q104,863.22 millones

Deuda interna
Q49,402.62 millones

Deuda externa
Q55, 430.60 millones 

Fuente: Ministerio de Finanzas Públicas, actualizado al 31 de diciembre de 2013

“Creo que la SAT se ha acomodado a un nivel vegetativo de recaudación, no está aprovechando todos los cambios legales que se han dado, por eso creo que es un tema de fortalecimiento institucional”.
Jonathan Menkos
Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales