El ex presidente peruano Alberto Fujimori, que hizo campaña con el apodo de ’El último samurái», sufrió una rotunda derrota en las elecciones senatoriales en Japón, según los datos oficiales publicados este lunes, y ya sólo piensa en defender su inocencia ante la justicia chilena.
El Nuevo Partido del Pueblo (NPP), que apoyaba la candidatura de Fujimori, logró el 2,16% de los sufragios y dos escaños en el Senado, ninguno de ellos para el ex mandatario, con el 99,4% del sufragio del domingo contabilizado.
Alberto Fujimori llegó en cuarta posición, con 51.430 votos, entre los trece candidatos del NPP que pugnaban por los 48 escaños que se renovaron en el país mediante un complejo escrutinio proporcional nacional.
El único escaño ganado por el partido en ese escrutinio fue adjudicado al ex ministro de Correos Shozaburo Jimi, que con 117.554 votos fue el candidato del NPP más votado en el país.
Otra candidata del NPP, Akiko Kamei, conquistó en la occidental prefectura de Shimane uno de los 73 escaños que se adjudicaron mediante un voto por circunscripción.
No se conoce ningún precedente en el mundo de un ex jefe de Estado que haya competido en unas elecciones nacionales de otro país.
Fujimori, de 69 años, fue autorizado a competir en los comicios japoneses por tener la nacionalidad nipona además de la peruana.
«Mi objetivo principal en este momento sigue siendo demostrar mi inocencia dentro del proceso de extradición en Chile a la espera del fallo definitivo de la Corte Suprema», dijo en un comunicado difundido en Lima por sus partidarios.
El ex mandatario dijo que «si bien es cierto (que) el objetivo de mi elección no fue alcanzado, hoy reafirmo mi voluntad de trabajar para fortalecer la relación peruano-japonesa en beneficio de nuestros dos pueblos hermanos».
Indicó que una vez culminado el proceso espera reanudar su vida política para volver a trabajar por el bienestar de todos los peruanos.
Fujimori se encuentra en arresto domiciliario en Santiago mientras la justicia chilena resuelve acerca de la extradición solicitado por Perú, que lo acusa de violaciones de derechos humanos y corrupción durante su gestión de gobierno (1990-2000).
El ex mandatario fue incluido el pasado mes de junio como candidato por el NPP. Esta pequeña formación fue fundada en 2005 por disidentes del gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD).
Plagiando el título de una película de Hollywood protagonizada por Tom Cruise, Fujimori se autoproclamó «último samurái» y prometió luchar para el renacimiento de los valores tradicionales nipones de trabajo y frugalidad.
Pero tuvo que conformarse con hacer campaña a través de vídeos y de internet, al encontrarse retenido en Chile a la espera de que la Corte Suprema del país decida si debe ser o no extraditado a Perú, donde se le reclama por corrupción y crímenes de lesa humanidad. Su candidatura despertó escaso interés en los medios de comunicación nipones.
La Procuraduría Anticorrupción de Perú afirmó que la candidatura de Fujimori en Japón no era más que una jugada del ex gobernante para escapar a la justicia peruana. «De esa manera Fujimori busca una fuga técnica» con ropaje supuestamente legal, opinó el procurador Omar Chehade.
De ser elegido, Fujimori hubiera gozado de la inmunidad parlamentaria durante los seis años de su mandato, aunque dicha inmunidad sólo le hubiera beneficiado en Japón, no en Chile ni Perú.
Sin embargo, los dirigentes del NPP confiaban en que el Gobierno japonés presionaría a Chile para obtener el regreso de Fujimori.
El primer ministro conservador de Japón, Shinzo Abe, responsable de la derrota histórica de su partido, continuaba negándose a dimitir este lunes, pero se comprometió a reestructurar a su impopular gobierno.
«Es un mal resultado. Nosotros aceptamos el juicio popular con seriedad y sinceridad», declaró Abe durante su primera conferencia de prensa desde el resultado de las elecciones senatoriales del domingo pasado.
La coalición gubernamental perdió casi la mitad de las bancas que disputaba, y el control del Senado, uno de los peores resultados de la historia de la derecha nipona, según las cifras oficiales publicadas este lunes.
Es la primera vez desde su creación, en 1955, que el omnipotente Partido Liberal Demócrata (PLD, derecha) de Abe no es la principal organización política en una de las dos cámaras del Parlamento.
Número récord de mujeres
Un número récord de mujeres fue elegido el domingo en las elecciones senatoriales de Japón, uno de los países con la representación femenina en la clase política más baja del mundo.
Veintiséis de los 121 escaños en juego estarán ocupados por mujeres, lo que representa un 21,5%, según los resultados oficiales definitivos dados a conocer este lunes.
Este resultado supera ampliamente el número de mujeres que defendían su mandato (19) en la asamblea saliente y el anterior récord de 1989 (22). En 1947, en las primeras elecciones senatoriales después de la guerra, eran 10.