La OTAN planea utilizar bombas más pequeñas en sus ofensivas como parte de una estrategia encaminada a reducir el número de víctimas civiles, que amenazan con minar el apoyo prestado a la organización en la lucha contra los talibanes, informó hoy el periódico Financial Times.
En una entrevista concedida en exclusiva al rotativo por el secretario general de la Alianza Atlántica, Jaap de Hoop Scheffer, éste aseguró que el aumento de las víctimas civiles había afectado a la institución.
Por ello, indicó que se ha dado instrucciones al comandante de la Fuerza de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), el general Dan McNeill, para que se retrasen los ataques contra ese movimiento en situaciones en las que la población pueda estar en peligro, aunque eso signifique esperar más tiempo para capturar a los insurgentes.
Asimismo, reveló que la OTAN también tiene previsto incrementar su coordinación con otras fuerzas que operan en Afganistán y utilizar bombas más pequeñas en determinadas circunstancias para evitar el «daño colateral».
«Si pones una bomba de 250 kilos en vez de una de 500 en un avión, la diferencia podría ser abismal», indicó, pese a reconocer que es imposible evitar totalmente las víctimas civiles.
Desde el inicio del año, cerca de 600 civiles han sido abatidos en el país, más de la mitad de ellos por fuerzas internacionales o afganas, lo que ha provocado crecientes protestas internas, la demanda de la dimisión del presidente afgano, Hamid Karzai, y de la retirada de las tropas extranjeras.
En los últimos tiempos Afganistán ha registrado un fuerte resurgir de los ataques perpetrados por islamistas talibanes, cuyo gobierno fue derrocado en noviembre de 2001 por efectivos liderados por Estados Unidos, y para acabar con dichos atentados la OTAN ha incrementado la presión a sus miembros para que envíen más tropas al país.