Los republicanos en la Cámara de Representantes presentarán hoy a su partido su propuesta para una reforma migratoria que incluiría la legalización del estatus de unos 11 millones de inmigrantes que se encuentran en Estados Unidos ilegalmente.
El presidente de la cámara baja, John Boehner, y otros líderes del partido estarán poniendo a prueba la tolerancia de la militancia para hablar del tema migratorio en un año de elecciones legislativas.
En el evento, que tendrá lugar en Cambridge, Maryland, «haremos un esbozo de nuestros lineamientos, de nuestros principios para una reforma migratoria y tendremos un diálogo con nuestros miembros a fin de tener una mejor idea de cuáles son las opiniones de ellos», declaró recientemente Boehner.
Boehner ha sido criticado por varios legisladores conservadores que denuncian que la propuesta otorgará status legal a personas que violaron la ley, dudan del compromiso del presidente Barack Obama para hacer cumplir la ley, y están renuentes a otorgarle al mandatario una victoria legislativa.
El senador Jeff Sessions, el republicano de mayor jerarquía en la Comisión de Presupuestos del Senado, entregó a los 232 republicanos de la cámara baja un documento de 30 páginas respondiendo punto por punto al plan de la dirigencia.
Sessions advirtió que la propuesta perjudicará a los trabajadores estadounidenses, a los contribuyentes y al estado de derecho. Al lado de otros opositores a la reforma migratoria, Sessions sostiene que otorgarle status legal y autorización laboral a los inmigrantes equivale a una amnistía y les concede indebidamente el derecho a recibir la ciudadanía.
Ante el llamado del presidente Obama para que se apruebe una reforma migratoria, y ante el recibimiento positivo que la propuesta tuvo entre el liderazgo republicano, Sessions dijo que los republicanos «deben poner fin a la anarquía en vez de ceder a ella, y deben defender los derechos legítimos de millones de trabajadores estadounidenses».